Las tasas de interés de los nuevos créditos que los bancos ofrecen a empresas y familias han crecido por debajo del aumento que ha tenido la tasa de referencia del Banco de México (BdeM), debido a la competencia que hay en el sector, afirmó la Asociación de Bancos de México (ABM).
De acuerdo con información del organismo, entre mayo de 2021 y el mismo mes de 2022, el banco central hizo un incremento a la tasa de fondeo de tres pp; sin embargo, las tasas de los préstamos nuevos que se otorgan a las personas y las empresas han aumentado en promedio uno por ciento.
Según la ABM, en este periodo de altas tasas de interés hay pros y contras, pues por un lado, las instituciones de crédito tendrán mayores ingresos, pero es posible que la demanda de crédito por parte de la población disminuya.
Rodrigo Brand, presidente ejecutivo del organismo, indicó que en mayo de 2021 la tasa promedio en créditos a empresas era de 6.63 por ciento y en igual mes de este año se colocó en 8.27 por ciento, un incremento de 1.64 pp.
En lo que respecta a personas, hace un año la tasa en préstamos de nómina era de 25.98 por ciento y ahora es de 27.45 por ciento, un alza de 1.48 pp; en tarjetas de crédito la tasa pasó de 33.62 a 34.31 por ciento, incremento de 0.69 pp y en préstamos de auto la tasa pasó de 12.13 a 12.49 por ciento, un alza de 0.36 pp.
Para los créditos personales, la tasa se ubicaba en mayo del año pasado en 44.07 por ciento y en igual mes de este año llegó a 44.98 por ciento, incremento de 0.91 pp; y en los créditos a la vivienda, pasó de 9.03 a 9.19 por ciento, alza de 0.16 pp.
“Al día de hoy pese al aumento en la tasa del BdeM, las hipotecas se mantienen por ejemplo en tasas de un solo dígito, y a pesar del entorno en el que las tasas de interés suben no vemos impactos negativos, ni en la calidad de la cartera ni en la morosidad”, señaló Brand, quien sustituyó a Daniel Becker, presidente de la ABM, dado que se encuentra en Washington en la gira del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente de la ABM, explicó que los periodos de altas tasas de interés benefician los ingresos de la banca pero baja la generación de préstamos a las personas.
“El principal driver de los ingresos es lo que trabajamos en otorgamiento de crédito y lo que hacemos en bancarización, sin dejar de decir que la subida de tasas siempre tiene un impacto positivo en la banca en términos de ingresos, pero la contrapartida es una menor actividad crediticia de forma tradicional”, dijo Osuna Osuna.
Agregó que la banca no se preocupa por el hecho que la inflación provoque que las personas dejen de pagar sus préstamos, dado que en términos de impago “el sistema financiero está viendo uno de los momentos de más baja morosidad después de una pandemia y el ciclo monetario, y esto tiene mucho que ver con la gran reacción que ha tenido la banca y el buen comportamiento de los clientes”.“La mayor preocupación es con la posible caída del empleo si hay una desaceleración, pero si no, los niveles de morosidad estarán estables”, precisó Osuna.
