Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Insistir en el sueño y tratar de hacerlo realidad, en ocasiones no se concreta el “ideal”.
En la reunión entre los presidentes de Estados Unidos y México, nuevamente salió el planteamiento de formar una “unión al estilo del Europeo” para conformar una fuerza real del Continente Americano.
Sobre el tema, charlé con la doctora Iliana Rodríguez Santibáñez, especialista en relaciones internacionales, profesora e investigadora del TEC de Monterrey y su análisis concluye en que es un “ideal imposible” y de lograrse “sería a largo, muy largo plazo”.
La razón es simple, reflexiona la catedrática: la asimetría en las economías y la endeble democracia que existe en la región desde décadas, no amplían el camino que conduzca hacia la meta propuesta por el mexicano.
Europa, señala, vivió primero como Como Comunicad y tardó décadas para convertirse en la Unión Europea, que no es solo económica sino política. De los 27 países solamente 12 tienen la misma moneda, el euro y a diferencia de América Latina, sus economías son similares.
Mirar hacia el Triángulo del Norte -Guatemala, Honduras y El Salvador- muestra la enorme diferencia económica, cultural, industrial, comercial.
>No es viable, afirma, la Unión Latinoamericana con el esquema de lo que fue la europea,
Hablamos del posible resultado de la reunión sostenida durante una hora en el Saló Oval de la Casa Blanca. Jay planteamientos repetidos y hay respuestas de igual contenido.
No veo, me dice la doctora Rodríguez Santibáñez, posibilidad de que Estados Unidos otorgue 300 mil visas.
Así respondió cuando le recordé que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, anunció que ya estaba arreglado el tema y que de las 300 mil la mitad correspondería a México y el resto para Centroamérica.
Es verdad, comenta, que Estados Unidos requiere de mayor mano de obra luego de que el Congreso autorizó al presidente Biden un enorme presupuesto para infraestructura. Sin embargo, corresponderá a senadores y representantes del Capitolio, aprobar la Ley Migratoria que, en medio de las elecciones próximas, se advierte sumamente difícil que transite.
Sin embargo, estima la investigadora, que el diálogo entre los dos presidentes debe servir para avanzar en los temas que a ambas naciones les preocupan: migración, seguridad, comercio, inversión y ciencia y tecnología.
Habrá que esperar a conocer la versión oficial que brindará el Gobierno de México y cotejarla con la que, como siempre lo hace, proporcione la Casa Blanca.
Ya hemos visto en diálogos anteriores entre ambos, que las informaciones son dispares y, mientras aquí se festinan los “logros”, allá se minimizan o de plano se desmienten.
Por cierto, el mexicano comentó ayer que a China se la fábrica del mundo, a lo que el estadounidense respondió: es Estados Unidos en donde se genera empleo, crece la economía, produce la mayor cifra de alimentos y su industria es creciente y poderosa.
No hubo contraréplica.
Por lo pronto, los sueños del mexicano ni encontraron traducción en la Casa Blanca.
Y lo que llama la atención es la seguridad con la que López Hernández aseguró que ya “está arreglado” que Estados Unidos otorgue 300 mil visas. Ayer el mexicano volvió a solicitarlas y de nueva cuenta quedó en suspenso.
¿Quién le dijo al secretario de Gobernación que podía anunciar el gran “logro?
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