DEL CINE Y LAS LEYES
“Las Janes: Mujeres Anónimas”
Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas
HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO
“Las Janes: Mujeres Anónimas” (“The Janes”), documental producido por HBO, bajo la dirección de Tia Lessin y Emma Pildes, estrenado en la plataforma HBO MAX en junio de 2022.
La policía detuvo a siete mujeres que, utilizando nombres en clave y casas seguras, construyeron un servicio clandestino para mujeres que buscaban abortos seguros, asequibles e ilegales, llamándose a sí mismas JANE.
Se trata un documental sobre personas que están a favor del aborto; el punto de partida converge con la lucha de los derechos civiles de la década de los sesenta, y las mujeres toman conciencia de que ellas son ignoradas en sus demandas, así que se abandera el tema del aborto como algo feminista.
EL CONTEXTO
En los sesentas, la simple idea de abortar o sugerir que se abortara era penada en la mayoría de los estados de la Unión Americana, por lo cual, los abortos que se practicaban eran clandestinos.
La lucha por los derechos civiles de la gente de color y las protestas contra la Guerra de Vietnam estaban en su apogeo, pero siempre el orador o el abanderado de esas causas era un hombre, nunca una mujer, y ellas eran calladas.
La policía se infiltraba en las organizaciones estudiantiles, en la comunidad de color, y hasta en las iglesias, todos eran sospechosos de algo; la guerra fría estaba más caliente que nunca, y las ideas liberales eran tachadas de comunistas.
Y aquí, surge una organización anónima de carácter clandestino que brinda a las mujeres una opción económica para abortar.
EL NEGOCIO DE
LO PROHIBIDO
La legislatura estatal de Illinois prohibió el aborto, la Iglesia Católica lo condenó y a la mafia de Chicago se beneficiaba de esta prohibición y condena, pues para la Delincuencia Organizada, lo prohibido es sinónimo de negocio.
Las protagonistas del documental narran que en aquellos años la mafia cobraba desde 600 hasta 1000 dólares por un aborto; que por lo general se practicaban en moteles, sin anestesia, sin medicamentos y ya ni se diga si había un seguimiento a la paciente.
Muchas mujeres llegaron a morir por las condiciones en que se realizaban los abortos; algunas por perforaciones en el útero o de sangrado profuso, la mayoría por graves infecciones.
Pero ellas estaban conscientes que el aborto es una conducta ilícita, así que, si ayudan a abortar o practican el aborto, eso las convierte también en criminales, así que ¿cuál sería la diferencia entre ellas y los miembros de la mafia?
EL CONTROL NATAL
Los medicamentos y tratamientos de control natal sólo eran para las mujeres casadas y en algunos casos con la autorización del marido, así que comprar anticonceptivos era todo un problema para las mujeres que quisieran evitar quedar embarazadas.
Para obtener la píldora o un diafragma tenían que estar casadas. Era una época en la que a las mujeres embarazadas no se les permitía trabajar.
El 95% de los ginecobstetras eran hombres, y la gran mayoría consideraba que la mujer no debía abortar, que no existía el derecho a disponer de su cuerpo y menos de la vida del feto; lo cual complicaba aún más la posibilidad de practicarse en forma legal un aborto, aunado a los costos de una intervención de este tipo, pues la mayoría de las mujeres que quedaban embarazadas eran jóvenes estudiantes y las que trabajaban tenían subempleos.
LAS JANES
Ante este panorama un grupo de mujeres se unieron en Chicago para facilitar abortos; eran predominantemente blancas, de clase media y con vidas ordinarias, asesoraban y hacían los arreglos para los abortos; en un principio fueron auxiliadas por una persona que usaba como alias Doctor **, aunque en realidad no era doctor, más adelante ellas mismas proporcionaban los abortos.
Se llamaban entre ellas Jane, un nombre en clave elegido al azar, casi en desuso; sus motivos no eran ni el dinero ni la fama, mucho menos políticos, sólo buscaban dar una opción a las mujeres que no querían un hijo. No tenían antecedentes médicos o legales, sólo compasión.
“No sólo había una necesidad, sino una obligación filosófica de nuestra parte para no respetar la ley que no respetaba a las mujeres”, dice una de ellas. Otra agrega: “Estábamos construyendo un nuevo mundo, y lo estábamos haciendo una mujer a la vez”.
También surgió un grupo clerical que apoyaba el derecho de la mujer a elegir, y ayudaron a muchas mujeres que contaban con recursos para viajar lugares como Inglaterra o Japón, así como a México y Puerto Rico, donde podían practicarse legalmente un aborto, hasta que en 1970 se legalizó en el Estado de Nueva York.
EL ARRESTO
El 3 de mayo de 1972 fueron detenidas siete elementos de Las Janes, pues una mujer acudió a la policía, ya que su cuñada quería practicarse un aborto; y es así como la siguieron hasta llegar a un departamento de dos recamaras donde había varias jóvenes, pero los policías esperaban encontrar a un médico; fueron defendidas por la abogada Jo-Anne Wolfson, quien no creía en los hippies, pero sí en las causas justas.
El documental “The Janes” se estrenó en Estados Unidos, a pocas semanas de que se filtrara un borrador de la Corte Suprema en el que se mostraba que los jueces, en su mayoría conservadores, buscaban revocar el histórico fallo que estableció los derechos de aborto a nivel nacional, esto es, la anulación del Caso Roe contra Wade, y curiosamente, la demandante uso un sinónimo: Jane Roe.
Las miembros de “Jane” arriesgaron sus vidas personales y profesionales para apoyar a mujeres con embarazos no deseados. En una época en la que el aborto era un delito en la mayoría de los estados e incluso la circulación de información sobre el aborto era un delito grave en Illinois, las Janes proporcionaron abortos gratuitos y de bajo costo a unas 11,000 mujeres.
Pero, ahora que se anuló la resolución Roe contra Wade, y que cada vez se suman más estados a la prohibición del aborto, ¿surgirá otro grupo de mujeres como Las Janes?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…