La Migración: Fórmula Fatal Para Huir de Pobreza, Enfermedad y Violencia

Los Dados de Dios

NIDIA MARIN

El campo se está quedando solo. La gente huye.

Son el crimen organizado y la migración los responsables del abandono, transformado en migración.

Por esa razón o porque los mexicanos buscan mejores países para desarrollar su vida con trabajo, educación y seguridad, pero sobre todo porque están hartos de la inseguridad y el derramamiento de sangre, se van y con ello están contribuyendo a que se dispare la cifra de pueblos fantasma en la República Mexicana.

Aseguran los especialistas que la condición más desfavorable en México es la pobreza alimentaria, es decir el incremento de los hogares donde los ingresos no alcanzan para satisfacer las mínimas necesidades.

Y aunque, este golpe llega por igual al campo que a la ciudad, es en el primer caso donde suele ser imposible cubrir las necesidades básicas: alimentación, educación y salud.

Por eso se van. Y en ese sentido la política que desarrollan las alcaldías en el país (hoy con cientos de éstas controladas por los delincuentes, así como por lo menos una gubernatura) tiene gran responsabilidad en dicha migración.

 Sí, porque actualmente el crimen organizado no sólo arrebata los campos mexicanos para la siembra de estupefacientes y si los campesinos no se alinean les arrebatan sus tierras o los matan, sino que la policía dejó de existir y tácitamente en miles de comunidades de la República mandan los criminales.

¿Y la pobreza? Galopa, aunque hay otras dos pobrezas: la de capacidades, en la cual es posible cubrir la alimentación, pero no la educación y la salud. La tercera es la que consideran menos desfavorable: la pobreza de patrimonio. Es aquella donde los ingresos permiten cubrir salud, alimentación y educación, pero son insuficientes para cubrir las demás necesidades: vestido, calzado, vivienda y transporte. Esta última es desconocida en la mayoría del campo de México.

EL PEREGRINAR

DE LOS POBRES

Y la gente se va. Lo mismo a las grandes metrópolis mexicanas que a Estados Unidos. Así el descenso en el número de pobladores en muchas poblaciones es impresionante en varias entidades de la República.

Es tal el problema que, por ejemplo, ya ni siquiera se canta aquella canción Zacazonapan en honor a la población: 

En el Estado de México nací/ Yo soy de Zacazonapan/ donde crecí. / Viendo la peña preñada / Y los Tres Reyes llenos de pinos/

“La Dura Cuesta y el Fraile, / Cañaverales y sus molinos / ¡Sí, señor!”.

Con todo y ser considerada la entidad más poblada del país, el Estado de México no se salva. Hay pueblos que se han quedado prácticamente sin gente. Sí, como Zacazonapan que sólo cuenta con 5,109 personas. Otros están peor: Papalotla, 4,862 habitantes; y Otzoloapan, 4,891. Pero tampoco cantan mal las rancheras: Ixtapan del Oro, 6,475; San Simón de Guerrero, 6,692; y Texcalyacatl, 5,736.

El reciente censo (de 2020) rebeló la problemática en la República. Por ejemplo, en Guerrero: Atlomaljancingo, 5,811 habitantes; Ixcateopan de Cuauhtémoc, 6,138; y General Canuto A. Neri, 6,278.

Puebla también está mermada. Tiene 6,223 localidades con menos de 2,500 habitantes, en tanto que, en Oaxaca, por ejemplo, está Santa Magdalena Jicotlán, con 81 pobladores.

Y también dentro de los miles de migrantes están Oaxaca, así como Chiapas y Guerrero (los de mayor pobreza). Sí, los cinco más afectados son: San Simón Zihuatlán (Oax.) 99.4% de pobres, es decir prácticamente todos; Cochoapa el Grande (Guerrero), con 99.4%; Coicoyán de las Flores (Oax.) 99.3%; San Juan Canunc, (Chis.) 99.3%; San Francisco Teopan (Oax.) 99.3%; Chanal (Chis.) 99.1%; San Lucas Comotlán (Oax.) 99%; y Aldama (Chis.), 98.9%.

En este último estado, Chiapas, entre los municipios con menos habitantes están: Capitán Luis Ángel Vidal, 4,315; Santiago del Pinar, 4,959; Osumacinta, 3,983; Suniapa, 2,308; Tapalapa, 4,547; y Pasté, 5,256.

Otras entidades con pueblos mermados son Michoacán y Jalisco. En el primero, Zinaparo sólo cuenta con 3,232 habitantes, mientras que Aporo tiene 3,529, Chinicuilla, 4,773; Chucándiro, 4,994 y Churintzio, 5,233. 

En el segundo (Jalisco) están peor: Santa María del Oro, 1,815 habitantes; Ejutla, 1,981; Cuautla, 2,166; San Cristóbal, 2,924; San Martín de Bolaños, 3,095; Chimaltitlán, 3,270; Santa María de los Ángeles, 3,518; y Mixtlán, 3,638.

Y para el abandono de los pueblos hay decenas de respuestas. Desde hace tiempo (2014), en Scielo, ErikaPatricia Cárdenas Gómez en su trabajo “Migración interna e indígena en México: enfoques y perspectivas”, dijo, por ejemplo, lo que hoy es más grave que nunca:

“1) ha disminuido la proporción del ingreso y los productos agrícolas en la economía campesina; 

2) la población rural ha experimentado procesos de envejecimiento; 

3) la extensión de la propiedad agraria ha disminuido, hay más jóvenes sin tierra; y 

4) el mundo rural se ha empobrecido. A ello se le debe agregar el cambio climático el cual ha afectado varias comunidades campesinas.

(Por nuestra parte diríamos que también se han anexado o incrementado las presiones de los delincuentes).

Y la investigadora expone: “Ante este escenario el fenómeno migratorio se ha complejizado, diversas etnografías han reconocido que: a) “la migración se ha intensificado y se ha modificado el patrón migratorio”; b) que la migración ya no tiene como destino final las tres ciudades mexicanas antes mencionadas (la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey), sino que el abanico de ciudades se ha ampliado; c) que a partir de la década de 1990 se puede apreciar un aumento en el volumen de la migración indígena; d) que ahora la migración incluye a las mujeres y a niños, de esta manera el fenómeno migratorio dejó de ser una cuestión que involucraba únicamente al género masculino; y e) que los habitantes de las grandes ciudades también emigran, ya fuera hacia las ciudades medias o hacia Estados Unidos”.

Ella considera: “Que el marco de la migración interna a las ciudades mexicanas ya no es el proceso de industrialización sino la globalización económica. Se observa que el arribo a la ciudad, con diferente vocación económica, ya no es garantía de conseguir mejores oportunidades de vida, por tal razón, algunos migrantes indígenas continúan su peregrinaje, ya sea de ciudad en ciudad, de campo agrícola a campo agrícola, para finalmente internarse en Estados Unidos. Cabe enfatizar que dicha estrategia no es exclusiva de hombres, sino que también incluye a mujeres, niños y a ciudadanos de grandes centros urbanos. Así pues, se vuelve aún más complejo el estudio del fenómeno migratorio”.

DE AQUÍ, DE ALLÁ 

Y DE ACULLÁ… 

Hoy es peor. Con la pandemia y sin ésta, con malos gobiernos y pésimas decisiones, la problemática de la migración se ha agudizado y la cifra de emigrantes también.

Y de todas partes emigran. Del Altiplano mexicano conformado por 17 entidades: Chihuahua, Coahuila de Zaragoza, Nuevo León, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro de Arteaga, Hidalgo, México, Tlaxcala, Puebla, Jalisco, Michoacán, el Distrito Federal y Zacatecas.

También del Sur Sureste de México que está conformado por Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

Y del norte también, es decir de sus nueve entidades federativas: Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.

Sí, hoy el “adiós” está más vigente que nunca.

 

 

  

 

 

 

 

 

 

El Altiplano mexicano conformado por 17 entidades. 

Chihuahua, Coahuila de Zaragoza, Nuevo León, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro de Arteaga, Hidalgo, México, Tlaxcala, Puebla, Jalisco, Michoacán, el Distrito Federal y Zacatecas.

Sur Sureste de México está conformada por los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

El Norte de México está integrado por nueve entidades federativas: Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.

Aseguran los especialistas que la condición más desfavorable en México es la pobreza alimentaria, es decir se incrementan los hogares donde los ingresos no alcanzan para satisfacer las mínimas necesidades. Aunque, este golpe llega por igual al campo que a la ciudad, es en el primer caso donde suele ser imposible cubrir las necesidades básicas: alimentación, educación y salud.

Por eso se van. Y en ese sentido la política que desarrollan las alcaldías en el país tiene gran responsabilidad en este migración, de la misma manera que, actualmente, el crimen organizado que arrebata los campos mexicanos para la siembre de estupefacientes y si los campesinos no se alinean les arrebatan sus tierras o los matan.

Hay otras dos pobrezas: la de capacidades, en la cual es posible cubrir la alimentación, pero no la educación y la salud. La tercera es la que consideran menos desfavorable: la pobreza de patrimonio. Es aquella donde los ingresos permiten cubrir salud, alimentación y educación, pero son insuficientes para cubrir las demás necesidades: vestido, calzado, vivienda y transporte.  

 

 

 

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