Dios Guarde la Hora…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Ignoro de quien sea la frase. La decía mi abuela para advertir lo que vendría si no la obedecía.

Sin embargo, me parece muy aplicable en la Jornada por la Paz emprendida ayer por el clero católico en sus más de 7 mil 165 parroquias y el doble de templos además de 52 catedrales y 16 basílicas, que envió un mensaje dirigido al PESIDENTE DE LA REPÚBLICA, LOS GOBERNADORES Y PRESIDENTES MUNICIPALES para que restauren la paz en el país.

Es la campaña eclesiástica más importante registrada en la ultimas casi 9 décadas, después de la guerra cristera.

Una exigencia que surge del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora ejecutados el 20 de junio al interior del templo de la comunidad de Cerocahui en el municipio de Urique, Chihuahua,

Demanda anunciada por la Conferencia Episcopal, presidida por el obispo Ramón Castro Castro, quien el 24 de junio, urgió al Gobierno de México a que cambie su estrategia de seguridad dada la violencia que asedia el país.

“El crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad (…) se ha adueñado de las calles con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de nuestro país uno de los lugares más inseguros y violentos del mundo”, afirmó.

La Jornada de la Paz iniciada este domingo pasado, cuenta con un “ejército” de 83 millones de seguidores (censo del INEGI 2020) que, de acuerdo con testimonios recogidos en catedrales, basílicas, parroquias y templos, fue bien recibida por los feligreses que, incluso, aplaudieron la oración escrita ex profeso para el tema.

Es un sentimiento generalizado no solamente por los católicos sino por quienes profesan otras religiones.

Con sus 176 obispos, 12 mil |37 sacerdotes, 16 mil 876 presbíteros, 908 diáconos, mil 706 religiosos y 2 mil 703 monjas, la clerecía católica expone la necesidad de proteger a “todos los mexicanos”, sin importar a qué iglesia pertenezca, e incluye a los agnósticos, frente a la brutal acción criminal que se desarrolla en México en virtud de la impunidad con la que cometen sus ejecuciones.

No se recuerda una solicitud del alto clero y sus súbditos para dirigirse a sus feligreses en todas y cada una de las misas que ofrezcan. El mensaje es suficientemente claro y el reclamo, sin utilizar el vocablo, llama al poder público al cambio de estrategia en su lucha contra la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico.

Si bien es cierto que la violencia que cobra en promedio 112 vidas cada 24 horas se ha convertido en parte de la vida cotidiana de todos los mexicanos, sin importar religión, la Iglesia católica había guardado un sorprendente silencio con algunos chispazos de denuncia.

La ejecución de los jesuitas, atribuida a un sujeto apodado “El Chueco”, desató uno de los pecados capitales: la ira, en la clerecía y entre millones de los feligreses que profesan la religión católica.

Una ira contenida por cuando menos dos décadas y que ahora afloró. Los obispos, sacerdotes y diáconos no llaman a tomar las armas para frenar las acciones delincuenciales. Piden, demandan, exigen, al gobierno de los tres niveles, tomar acciones que garanticen la vida de todos, sí, todos los habitantes de este país gobernado por Andrés Manuel López.

¿Calará en Palacio Nacional la Jornada por la Paz emprendida por la Iglesia Católica?

Difícil de pronosticar cuando el presidente tergiversas las palabras del papa Francisco y se convierte en su propagandista al utilizar su jerarquía para colocarlo como el “mejor político del mundo”.

(Opinión muy personal: un Papa, más si es argentino, también tiene ego).

Es probable que el presidente López ignore el inicio de esta jornada y salga con sus manipulaciones como aquella de que comparte la búsqueda de la paz “porque así somos muchos que la queremos (la paz)”.

Y solamente para justificar el encabezado de este PUNTO DE VISTA, habría que afirmar que si todos los católicos se suman a la exigencia del cambio de estrategia y se mantienen firmes en su reclamo para que el gobierno procure la paz y deje los abrazos de lado porque los balazos siguen, DIOS GUARDE LA HORA.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada

 

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