El magnate Elon Musk, desistió de comprar la red social Twitter, por una jugosa oferta para sus propietarios optó por abandonar el acuerdo de adquisición ante las inconsistencias que, según él, reflejan algunas cifras de la plataforma.
Desde el pasado mes de abril, el multimillonario había celebrado el preacuerdo con el que esperaba hacer de la red un espacio con ‘mayor libertad de expresión’. Sin embargo, conforme pasaron los días fue poniendo condiciones a los dueños de Twitter: quería saber exactamente cuántas cuentas falsas o ‘bots’ tenían.
“Estoy en contra de la censura que va mucho más allá de la ley. Si la gente quiere menos libertad de expresión, le pedirá al gobierno que apruebe leyes a tal efecto. Por lo tanto, ir más allá de la ley es contrario a la voluntad del pueblo”, trinó a sus más de 86 millones de seguidores cuando mantenía la intención de llegar a ser el CEO.
El asunto no logró llegar a feliz término, pues, de hecho, ni los ejecutivos de la red sabían un número específico. Eso sí, Musk exigía que menos del 5 % del total de los usuarios fueran perfiles falsos.
Twitter ha respondido a periodistas que estas cifras son difíciles de verificar para un auditor externo, como lo pretende Musk, porque incluyen datos privados de los usuarios que la plataforma no puede compartir, como información de contacto, geolocalización y dirección IP.
La situación no mostraba avance desde semanas atrás. Incluso, como reportó el diario ‘The Washington Post’, las conversaciones estaban frías; ninguna de las partes había logrado ponerse de acuerdo. El equipo del multimillonario sudafricano temía que la negativa de la plataforma a develar las cifras reales era un indicio de un negocio, al parecer, no tan próspero.
Así las cosas, la transacción por 44 mil millones de dólares no se procesó.
Información: El Tiempo
