Documenta 15: las Posibilidades de Dialogar Globalmente

ITZEL TOLEDO GARCÍA

Del 18 de junio hasta el 25 de septiembre se lleva a cabo la edición número quince de Documenta, una de las exposiciones más importantes de arte contemporáneo a nivel mundial. Desde 1955 Kassel, ciudad alemana, es la sede de Documenta cada 5 años. 

Mientras que en los números anteriores la organización fue realizada por curadores provenientes de Europa (excepto Okwui Enwezor en 2002), en esta ocasión el colectivo de artistas y curadores ruangrupa, cuya base está en Yakarta (Indonesia), ha estado a cargo de la curaduría. Durante el largo proceso de organización ruangrupa invitó a 14 grupos que a su vez invitaron a más artistas a colaborar en documenta a partir de los valores del lumbung (granero de arroz comunal) que busca compartir recursos, la equidad material y el bien comunal. Con ello se intentó evitar una curaduría impuesta desde arriba y lograr un constante diálogo horizontal. El diálogo posibilitó que la obra de cerca de 1,500 artistas esté presente en Kassel durante cien días. Ello se logró con un presupuesto de 42 millones de euros.

Las primeras reseñas sobre Documenta 15 dejan ver que ruangrupa ha logrado convertir esta exposición en un espacio donde sus visitantes (que en su mayoría provienen de países del norte global) pueden observar arte allende la producción occidental que durante siglos ha tendido a asumirse como representante del arte mundial. Así, en documenta 15 diferentes artistas exponen el arte del sur global que surge en condiciones de gran dificultad debido a la pobreza económica, la opresión patriarcal, la represión política y la situación de guerra. Además, varias obras dejan ver que se trata de arte que se realiza sin estructuras estables (museos, galerías o apoyos gubernamentales) pero en conexión con activismos políticos que buscan igualdad, justicia, espacios seguros para las otredades y reparaciones económicas. Además, documenta 15 demuestra la importancia de las redes artísticas en diferentes regiones, así como el apoyo económico que artistas del sur global reciben de organismos del norte.

Si bien se ha aplaudido el diálogo que Documenta 15 incentiva, la curaduría también ha recibido críticas. Ya desde enero la Alianza contra el antisemitismo de Kassel criticó esta edición debido a la participación de colectivos con posturas pro-Palestina: el grupo The Question of Funding que cuenta con dos artistas abiertamente pro-Palestina y la organización palestina Khali Sakakini Cultural Center. Desde la perspectiva de la Alianza contra el antisemitismo de Kassel se tratan de activistas contra Israel. Ruangrupa respondió hace unos meses que esas acusaciones eran infundadas y que “La crítica, la culpa por asociación, las difamaciones racistas y los rumores -repetidos acríticamente- amenazan con hacer la cooperación cultural internacional en Alemania imposible”. Fue en este contexto de discusión que el 18 de junio, en la apertura de documenta 15, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier señaló que la libertad artística y la libertad de expresión son parte fundamental de la constitución alemana por lo que la crítica a la política israelí es permitida, pero que cuestionar la existencia de Israel es traspasar un límite. Además, mencionó que le llamaba la atención la ausencia de artistas judíos o de artistas provenientes de Israel en esta edición.

Durante el tercer día de Documenta 15, el lienzo monumental de estética “agitprop” del colectivo de artistas indonesios Taring Padi titulado “People’s justice” (La justicia del pueblo), que fue puesta en el corazón de documenta, fue cubierta con mantas negras después de que la obra recibió muchas críticas por parte de la prensa y círculos políticos alemanes que acusaban la inclusión de imágenes antisemitas. La obra incluye un policía con cara de cerdo que lleva un pañuelo en el cuello con una estrella de David y un casco en la cabeza que dice Mossad (servicio secreto de Israel). Además, la obra incluye una caricatura estereotípica antisemita con las runas de la SS nazis. La cuenta oficial de la Embajada de Israel en Alemania señaló que los elementos de esta obra recordaban a la propaganda de Goebbels y a los tiempos negros de la historia alemana. Taring Padi respondió a las críticas señalando que lamentaba el dolor causado pero que no era el objetivo del colectivo representar a ciertos grupos de manera negativa y que no había intenciones antisemitas, sino que las imágenes eran específicas al contexto de experiencia en Indonesia. Agregó que la obra se ha presentado desde 2002 en Australia, Indonesia y China, siendo la primera vez que se exponía en un contexto europeo y alemán. Taring Padi señaló que ahora la obra tapada por mantas negras era “un monumento al duelo por la imposibilidad del diálogo en este momento”. El 21 de junio la Dra. Sabine Schormann, directora general de Documenta, informó que se decidió retirar la obra pues “las representaciones antisemitas no pueden tener lugar en Alemania, ni siquiera en una exposición de arte con miras globales.”

El retiro de la obra “People’s justice” del colectivo Taring Padi de documenta 15 es un momento importante para considerar las posibilidades del diálogo entre distintos puntos del globo. ¿Hay límites que las obras deben respetar para poder ser presentadas en una exposición que tiene miras globales? ¿Cuál es la responsabilidad del equipo curatorial para asegurar que las obras artísticas presentadas en una exposición respeten contextos de representación nacionales e internacionales? ¿Es deber de los colectivos y artistas individuales presentar arte globalmente aceptable? ¿Debe una obra ser modificada para adecuarse a distintos contextos geográficas con historias distintas? ¿Cuál es la responsabilidad del país sede de respetar el lenguaje visual exterior? ¿Es posible una cooperación intelectual global?

 

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