Empieza con “gan” y Termina con “so”
ALBERTO F. MENA MALLEN
Grazna como ganso, camina como ganso, se mueve como ganso… le atinaste… es un ganso y eso está pasando con la actitud del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, en los casi 4 años de su gobierno, sin decirlo o anunciarlo, construye un sistema propio, autoritario, semejante al de Cuba, Venezuela o Nicaragua, y sin explicar a los mexicanos que buscamos un cambio, por lo que lo apoyamos y que prometió desde su campaña.
Pero ha mentido reiteradamente como presidente, luego de ser un excelente candidato hasta ahora, el cambio que aseguró haría en nuestro país con la Cuarta Transformación en México, lo está cumpliendo, pero a su modo, hacia un sistema político que nunca ha mencionado hasta ahora para dónde va, pero que se observa va rumbo a uno por el cual no votamos por él, lo que ya preocupó a los mexicanos.
Y como ya tiene algunos elementos a su favor, como la militarización del país, y cambiar aspectos de la constitución, al violar leyes y la misma Carta Magna, además de atropellar a quien lo critica o se le ponga enfrente, el tabasqueño, aún no ha informado o dicho sobre el sistema político, económico y social que busca para cumplir con sus promesas.
Solo en redes sociales, opiniones de periodistas “fifis” y neoliberales, dan cuenta, por la terca realidad, que el morenista, nos lleva a un rumbo que muchos no queremos, aunque sí aceptamos el apoyo a los pobres, a los que desgraciadamente los utiliza para sus propósitos de convertirse en el mejor presidente de la nación y ahora, de ser el líder latinoamericano que muchos desean, con su postura frente a los Estados Unidos al boicotear la Cumbre de las Américas, al aprovecharse de las circunstancias actuales que se viven en este continente, algo parecido a lo que sucedió en 2018 en el territorio nacional.
Muchos mexicanos reconocen que la corrupción y la impunidad son la marca de gobiernos anteriores, hechos que según López Obrador iba a desaparecer, lo que hasta la fecha no ha logrado, incluso ni en su gobierno o en su familia, situaciones que han salido a la luz y que, al tratar de justificar, o tiene otros datos, o son producto de gobiernos anteriores neoliberales y corruptos de cuello blanco, pero que en su gobierno no ha podido demostrar ante la justicia.
Asombran los calificativos que se citan en las redes sociales, -los que ya dan pena, por lo atrevido-, y los análisis de diversos personajes al contrastarlos con la realidad, como Carlos Sánchez Berzain, abogado, politólogo, sociólogo, catedrático y director del Instituto Interamericano para la Democracia, que señala que en este gobierno constantemente hay violaciones a los derechos humanos; que existe un presidente que reclama a nombre de las dictaduras y olvida que hay presos políticos en Cuba y que todos los opositores del presidente de Nicaragua se encuentran en la cárcel.
Contrata a médicos esclavos, en contra del interés nacional al afectar a los galenos del país, alinea a México en apoyo a Rusia, cuando es un invasor, va en contra de la Convención de Palermo en contra de la delincuencia, al declarar que los delincuentes son también seres humanos y que hay que proteger como al resto de la población, lo que ha permitido que estos grupos del crimen organizado apoyen a políticos, candidatos y titulares de municipios y estados, lo que da cuenta de que hay demasiadas posiciones políticas que comprometen a México y que puede calificarse como un gobierno “paradictatorial”.
Mientras, Felipe F Welch destaca que ya existe una tragedia mexicana sobre “La verdad no peca, pero incomoda”, al señalar lo siguiente:
“Un sujeto que dice que no sabe llenar un cheque ni conoce una tarjeta de crédito, es responsable de administrar 6 mil millones de pesos en un año. Es el presidente de un país con más de 120 millones de habitantes y que es la 15 economía del mundo. Confiesa sin pena, casi con orgullo, que toda su vida ha transcurrido en la economía informal. Suponiendo que eso fuera cierto, significaría que tampoco ha pagado impuestos y que sus viviendas y automóviles los paga en efectivo, como acostumbran los narcos”.
Subrayó el autor que: “estamos perdiendo en silencio a NUESTRO MÉXICO; la metamorfosis es brutal; el país que tenemos hoy no es el que imaginamos, y el país de mañana será mucho peor de lo que imaginamos. No hay respeto; no hay educación; no hay diálogo; la búsqueda de la excelencia se abandonó por completo; nos acostumbramos al atropello del poder político, al resentimiento social de AMLO; al corto plazo sin una visión de país que nos ilusione. Que nos enamore”.
Y pegunta: “¿Qué queremos? Volver a sentir orgullo de ser MEXICANOS; viajar seguros; ver un desarrollo cultural sostenido; transitar por las calles libremente y sin miedo; escuchar a un presidente conectado con el mundo; ver presos a los delincuentes; estadistas conduciendo al país y manejando la economía; calma y paz; no al odio y la crispación; los tres poderes funcionando en favor de la población y no de un solo grupo, el del presidente.
¡¡¡MÉXICO, te quiero En paz y no quiero perderte!!!
Y así como los mencionados, las redes sociales, los medios de comunicación y las pláticas entre amigos, están atiborradas de mensajes semejantes que, como lo dije hasta dan pena por lo atrevido de los mismos. Todos los presidentes son criticados, pero el actual los superó.
Vamos por caminos que no son los que México necesita, tampoco queremos ir por la vía de perjudicar a los más pobres, solo deseamos que, como nación, crezcamos en la economía, que tengamos empleos, alimentos paz y justicia, no que se nos maltrate como lo ha hecho el presidente con sus decisiones ya conocidas por todos.
Necesitamos frenar los deseos presidenciales de llevarnos a instancias populistas, comunistas, incluso socialistas, ya que esas películas ya están bien vistas por millones de personas que sufren en todos los sentidos, requerimos crear un sistema mexicano, donde se consideren todas las variables que ya están analizadas y que sabemos que son necesarias para crecer en todos los sentidos. Los deseos personales presidenciales deben dejarse a un lado, es la exigencia de millones de mexicanos.
fermallen@gmail.com