Informe Turístico
*Va Adelante uno de los Caprichos del inquilino de Palacio Nacional
*Ya se Talaron más de 300 mil Árboles y son Reales los Daños Contra los Ecosistemas
*Manipulación e Insensibilidad al Justificar Daños, por “el Interés del Pueblo”
*AMLO no fue al Tianguis Turístico, Pero sí a la Tierra de “El Chapo”: Badiraguato
ARTURO LINO GUZMÁN
(A la memoria de Don Oliverio Duque Juárez, extraordinario periodista, ejemplo de compromiso con su profesión)
Hace poco más de un mes comentábamos en este espacio que el tema del Tren Maya daría más de qué hablar y con la suspensión definitiva por parte del juez federal Primero de Distrito, Adrián Novelo Pérez, del controvertido tramo 5, que va de Playa del Carmen a Tulum, por faltar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para continuar la obra insignia de la cuatroté, se cumple con la observación que hicimos y nos referimos.
Y es que al dar resolución al o los amparos interpuestos por grupos de ambientalistas contra ese proyecto que daña la ecología y/o el medio ambiente y que puede provocar daños irreparables al entorno de la selva, a los cuerpos de agua, cavernas, así como alterar el hábitat de la fauna que ahí existe y que pone a muchas especies en peligro de extinción, el magistrado, ordenó no permitir construcción de obras que destruyan la biodiversidad.
Pero para nadie es sorpresa que como en México “la ley es un cuento”, de acuerdo a la concepción del Presidente mexicano, no se respetará esa decisión y las obras continuarán pese a que hay mucha inconformidad, llamados de diferentes grupos de expertos, especialistas, ambientalistas y sociedad en general, además de las disposiciones judiciales, pues las condiciones para continuar dicho proyecto, no son las adecuadas, en virtud que ya se talaron más de 300 mil árboles de la selva y los riesgos a los ecosistemas son reales.
El Tren Maya es, a todas luces, un capricho del inquilino de Palacio Nacional que, ante la incapacidad de dejar un verdadero legado para el país con obras necesarias e importantes que puedan ser trascendentes a los mexicanos, se ha empecinado en que su proyecto ferroviario se lleve al cabo cueste lo que cueste y pareciera decir como aquel juego de niños: “¡Voy derecho y no me quito, si me pegan…!”
Y es que horas después de que se diera a conocer la suspensión definitiva del controvertido tren, la reacción de López Obrador no se hizo esperar y fiel a su estilo, sin dejar a un lado su clásica cantaleta que el asunto es orquestado por grupos privados que se oponen a la obra, advirtió que “no van a poder detenernos, no van a imponerse intereses particulares a los de la nación”, por lo que hizo saber que el gobierno federal, contempla presentar un recurso para dejar sin efecto el amparo concedido por el Juez Federal.
Así las cosas, en esta administración que no le importan las leyes y prueba de ello es que la construcción de la obra sigue sin el menor de los reparos y sin plena conciencia por parte de un Gobierno caprichoso, insensible que pone siempre “el interés del pueblo”, para justificar sus acciones contrarias a la ley.
La semana pasada dimos cuenta del poco interés que tiene por el turismo el mandatario mexicano al no asistir a la edición 46 del Tianguis Turístico que se convirtió en una pasarela política de dos de sus -irrespetuosamente y mal llamadas- “corcholatas”, Adán Augusto López, Secretario de Gobernación que fue en su representación a inaugurar el máximo evento de turismo y, para la clausura, a la Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien tendrá el compromiso de organizar la siguiente edición de este evento en 2023.
En cambio, el Jefe del Ejecutivo se desplazó en una “gira” de trabajo hasta Badiraguato, a desayunar con la mamá del “Chapo”, Joaquín Guzmán Loera, situación delicada, pero para sus seguidores es justificable lo que hace “porque fue a supervisar obras en la región”.
SE FUE UN GRANDE DEL PERIODISMO Y NOS DEJÓ UN EJEMPLO DE VOCACIÓN Y ENTREGA A LA PROFESIÓN.- Conocí a Oliverio Duque y lo traté brevemente en las oficinas de la Secretaría del Trabajo, allá por los lejanos años 80´s, donde se desempeñaba en la Dirección de Comunicación Social, como jefe de prensa, siempre dinámico e incansable. Bajito de estatura y de caminar apresurado, hacía acto de presencia en las áreas donde los reporteros nos concentrábamos, atento a las necesidades de información que tuviéramos.
Activo reportero de los años 60´s, ejerció el periodismo con enorme pasión, con el “olfato” para encontrar la nota -cualidad que debe tener el buen comunicador- que le valió el reconocimiento no sólo de su generación sino de los egresados de las universidades y escuelas de periodismo, que llegamos a los medios impresos y electrónicos, años después.
En 1993, se hizo cargo de la Coordinación de Información de la Coordinación General de Comunicación Social, invitado por Juan Antonio Muñoz Soto (en paz descanse). Ahí tuve la oportunidad de tratarlo más a fondo, durante 11 años, porque fue mi jefe directo pues yo estaba a cargo del área de Divulgación y Opinión de nuestro querido e histórico IMSS. Ahí conocí a la persona, al jefe, al ser humano de enorme sensibilidad.
A la salida de Muñoz Soto, llamado a cumplir otras responsabilidades en Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), llegó Roberto Calleja quien, sin pensarlo, ratificó a Oliverio Duque en el mismo puesto. Durante los siguientes años, en el IMSS se vivieron momentos muy intensos, con grandes retos y una enorme responsabilidad ante los problemas que afrontaba el Instituto en ese entonces.
Siempre con su guía y sus observaciones, ampliamos nuestro enfoque periodístico. Él era una persona nerviosa, malhumorado y por decirlo de alguna manera, “gruñón”, cuando las cosas no salían bien en el trabajo; pero nunca, nunca -y subrayo la palabra- hubo una ofensa personal o una mala expresión a quienes fuimos sus subalternos.
Oliver, como cariñosamente lo llamábamos quienes le teníamos confianza, murió hace unos días; y aunque su ausencia nos entristece lo recordaremos siempre con afecto. Enviamos nuestro sentido pésame a su familia, amigos y a todos aquellos que lo conocimos. En paz descanse el jefe, el amigo, pero también el gran profesional.
