ALFREDO MEJÍA MONTOYA
Si el Presidente Andrés Manuel López Obrador en realidad conocía las carencias de los servicios de salud a nivel nacional, porqué entonces no financió esta política pública desde el principio de su mandato, poniendo énfasis a otras políticas no sustentables. El derecho a la salud está elevado a rango constitucional, ¿por qué no hizo algo en mas de 3 años? al contrario, con su clásico rencor a emisarios del pasado, borró todo vestigio del Seguro Popular (SP), sin instaurar uno similar o mejor, que atendía a 53 millones de ciudadanos sin seguridad social, esto es, no estaban afiliados al Instituto Mexicano del seguro Social (IMSS) o al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores Estado (ISSSTE) o a sus iguales en las entidades federativas.
No era un servicio como el de Dinamarca, Noruega o Canadá, como lo prometió López Obrador en enero del 2020, y a la fecha aún no lo empieza, pero atendía a la mitad de la población, se proporcionaba servicio y sobre todo de especialidades. Obrador insiste que ahora si proporcionará servicios y medicinas en forma gratuita, qué no sabrá todavía, que los contribuyentes pagan impuestos federales, y es precisamente para sufragar el gasto público en las diversas políticas públicas del gobierno federal. Que alguien se lo diga, no puede vivir en la ignorancia todo el tiempo. Crea el INSABI para funcionar en 2020, nunca funciona y desaparece en marzo del 2022, por corrupción.
La remembranza queda de manifiesto si hacemos memoria. López Obrador ha dicho infinidad de veces que recorrió todo el territorio nacional. Por lo tanto, sabía indudablemente las carencias que el Sector Salud sufría desde entonces. Hospitales, clínicas, centros de salud, dispensarios, plazas de médicos generales, médicos pediatras, de especialidades infinitas, enfermeras y medicinas, personal administrativo, equipos de cómputo, mobiliario, etc., sin embargo, prefirió apostar a 3 obras insignias no sustentables, que serán una carga financiera para la federación, durante varios años, … o siempre. Y al pueblo lo dejó sin servicios médicos.
Al Cuarto año de su gobierno recordó que el pueblo, la clase vulnerable, los que menos tienen, sus pobres, requieren de atención médica. Aunque también la clase media, profesionistas, empresarios, estudiantes, etc. aunque de estos últimos, nunca los menciona, que no existen para su régimen, cuando en strictu sensu son los que con sus impuestos contribuyen al gasto público.
Llega la pandemia y el sistema de salud se colapsa, se desquebraja. México no estaba preparado, el sistema de salud estaba fragmentado y, aun así, los sanitarios, los trabajadores de la salud, de todos los niveles en el ramo, sacrificó tiempos, salud propia, espacios y se convirtieron en los soldados desconocidos de esa batalla, que, sin contar con el apoyo del gobierno federal, lucharon día a día. México tuvo el mayor número de sanitarios contagiados, siendo el país en el mundo en el que más murieron de COVID-19. Porque el Sector Salud no estaba preparado ni siquiera para un contagio múltiple de gripe. Y la pandemia se manejó de una forma desastrosa.
El desinterés de López Obrador por este Sector, al igual que en otras políticas públicas de gran calado, han sido abandonadas desde el principio de su mandato, las carencias han rebasado la capacidad instalada, prefiere ignorarlos y pasar al sector de pobreza y de pobreza extrema, no porque la vaya a eliminar mediante un Decreto o un Acuerdo, sino que es donde mejor desempeña su papel protagonista, con la mentira, el engaño e incumplimiento de promesas. Y se luce sin recato alguno, desplazando dinero público a sus consentidos programas sociales para sus pobres, … hasta donde alcance el presupuesto.
Y ahora resulta que quiere resolver el problema de salud pública, con 500 médicos y médicas de supuestas especialidades no evaluadas ni revalidadas, provenientes de Cuba.
Lo intenta hacer mediante el Acuerdo de Cooperación entre la Secretaría de Salud de México y el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba en el Campo de la Salud, firmado por el Secretario de Salud Jorge Alcocer V., por México y su par en Cuba, José Ángel Portal Miranda, el 8 de mayo en la Habana, Cuba, con una vigencia de dos años pudiendo modificarse por mutuo consentimiento, a través de comunicaciones escritas, y como su contenido contiene información que compromete al inquilino y partido oficialista, dicha información será privada y no trasparente. Que no se hará público.
En el artículo II, de dicho Acuerdo denominado “Áreas y Modalidades de Cooperación”, se establece que ambas dependencias podrán enviar especialistas para prestar sus servicios en prevención, salud pública, atención y telementoría en unidades o instituciones de salud, y podrán proponer y poner a disposición espacios anuales para la formación de especialistas médicos.
Respecto del apartado medicinas y vacunas, claramente se describe que conforme a sus necesidades y con los protocolos debidos, ambos países se podrán adquirir medicamentos, vacunas y toda clase de equipo médico de manufactura.
En cuanto a investigación científica, manifiesta que las dos naciones constituirán un comité técnico-regulatorio para desarrollar acciones conjuntas. Como si las hubiera en Cuba.
La falta de transparencia en cuanto a su contenido es ocultar toda información de forma y de fondo, de las actividades y de quienes vienen realmente al país. ¿con que objeto?
Al respecto, basta dar una lectura al derecho positivo mexicano y eso resulta de imposible ocultar, aunque así lo establezca el Acuerdo, toda vez que una de las facultades no delegables del Secretario del Ramo, está en el Reglamento Interior de la Secretaría de Salud, en la fracción XVII. Expedir acuerdos de adscripción orgánica de las unidades administrativas, de delegación de facultades, de desconcentración de funciones y de distribución de los establecimientos, actividades, giros y productos sujetos a regulación y control sanitarios que deban corresponderles a las unidades administrativas competentes, en los términos de las atribuciones que este Reglamento les confiere, así como los demás acuerdos que sean necesarios para el correcto desarrollo de la Secretaría, los cuales deberán publicarse en el Diario Oficial de la Federación; estableciendo en la fracción XIX. Dictar acuerdos que fijen los criterios de ejercicio de facultades discrecionales, conforme lo dispongan las leyes.
La leyenda que aparece en el Acuerdo respecto de que “dicha información será privada y no trasparente” no podrá tener vigencia, ya que, por ministerio de ley, deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF) órgano de publicidad del gobierno federal, no hacerlo, carecería de vida jurídica y se violentaría el estado de derecho, lo que, en realidad, no le importa mucho al Señor de las Mentiras.
De alguna forma, el anuncio de que vendrán 500 médicos especialistas generó tantas protestas de los médicos y médicas mexicanas, que el Sector Salud desempolvó de los archivos más de 13 mil plazas, ahora falta que dichas plazas estén debidamente presupuestadas, porque López Obrador con sus programas sociales no deja presupuesto para otros sectores, pese a su austeridad republicana.
Por otro lado, considerando que el gobierno de Cuba, a fin de generar ingresos para solventar sus “gastos revolucionarios”, ha tenido esa actividad como un modus operandi desde hace varios años, con diversos países de América como Venezuela. Y en realidad esa llegada de supuestos sanitarios cubanos a México, parece que tienen otras razones e intenciones completamente diferentes a las firmadas en el citado Acuerdo. Fuentes fidedignas de la Isla y de otros horizontes asumen que los supuestos quinientos doctores, no precisamente son doctores, sino verdaderos activistas engendrados en el circulo comunista del partido oficial de Cuba, y lo único a lo que vienen es a hacer política, cuando esta acción está prohibida por la Carta Magna y leyes secundarias, son agentes de inteligencia, dispuestos a colaborar con el gobierno federal a consolidar sus posiciones, el cómo no perder elecciones, proporcionar sistemas de control y vigilancia sobre los opositores, controlar todas aquellas situaciones que van emergiendo de las sociedades en contra del gobierno, y sobre todo a proporcionar capacitación a personal del partido oficialista para tener el control político en miras a la sucesión del 2024.
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