Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Durante el gobierno de Luis Echeverría y como reportero primero de El Universal y más tarde de El Sol de México, cubrí decenas de sus giras por todo el país.
Los periodistas viajábamos en el autobús 2, seguido por el 3 en donde iban los fotógrafos y camarógrafos. El convoy siempre estaba custodiado por elementos del Estado Mayor Presidencial y, en eso tiempos, los narcotraficantes existían y se guardaban de ser exhibicionistas o aparecer en alguna carretera para bloquearla y obligar a quienes por ella circulaban, detenerse para ser “inspeccionados”.
Las ocasiones en que el presidente volaba en el Learjej -conocido como el Topo Gigio- y nosotros éramos trasladados en autobuses, la seguridad nunca faltó. Patrulla de Caminos, policía estatal y de vez en cuando la presencia de militares.
Jamás, lo aseguro con firmeza, fuimos interceptados por grupos criminales o de protesta.
Lo ocurrido el viernes con los periodistas que cubrían la gira de Andrés Manuel López en Sinaloa y se trasladaban hacia Guadalupe y Calvo en Chihuahua, fueron interceptados un comando armado que los interrogaron “pá dónde va compa” y revisaron la camioneta en busca de armas.
El hecho ocurrió el viernes, a 30 kilómetros de donde vive la madre de El Chapo Guzmán.
Y el presidente no se enteró sino hasta el sábado.
La peguntaron:
-Presidente, nada más del incidente de ayer de los compañeros, supo usted algo de este retén, se le cuestionó
-Sí, sí, hoy en la mañana, dijo.
Y remató: “No pasa nada, no pasó nada”.
El “hombre mejor informado de México” no se sabía nada del “incidente” y se enteró horas después.
Se advierte cómo respeta y quiere a los periodistas.
¿Y dónde estaban Jesús Ramírez Cuevas y su staff de prensa?
Él, reponiéndose del contagio “leve” de Covid, como lo anunciara el presidente en su conferencia y dijera “está malito”.
Para el presidente el evento no tuvo importancia.
Señaló que en algunos lugares del país, no solo en Sinaloa, hay personas que están actuando, “pensando que se debe cuidar una región que no lleven armas y a veces hay confusiones, pero en general todo bien”.
– ¿No es que los grupos tomen ciertos territorios de Sinaloa?, se le insistió.
– No, eso es lo que dicen los conservadores, eso es lo que ellos dicen, pero no les crean a los conservadores porque si ustedes le creen pueden tener problemas, me refiero a que les produzcan confusión”.
¿Una amenaza?
A eso sonó por creerle a los conservadores. ¿Confusión?
Insisto: al presidente le importan un comino los periodistas y los 11 fallecidos que van en este año, simplemente son parte de la estadística.
Ante la amenaza de que “… pueden tener problemas” por créeles a los conservadores, es vital que los periodistas sean protegidos, cuidados no de los criminales sino del presidente de la República.
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