¿Otro Rostro Nuevo?
Por Jesús Michel Narváez
Cuando Enrique Peña surgió como candidato del PRI al gobierno del Estado de México, se habló del “nuevo rostro” del partido y con el que se recuperarían espacios perdidos a lo largo y ancho del país.
Sin duda, Peña fue un líder. Su carisma lo llevó hasta la cúspide y con ello se propuso llegar a la Presidencia de la República.
Durante su gobierno en su entidad nativa, acompañó a muchos de los priístas que buscaban ser gobernadores. Su apoyo era real. Conquistaba a los electores -sobre todo a las mujeres- y algunos de los que recibieron respaldo alcanzaron la victoria.
Estaban Eugenio Hernández Flores en Tamaulipas, Roberto Borge, en Campeche, en Quintana Roo, Javier Duarte, en Veracruz y en Campeche Alejandro Cárdenas Moreno, en tanto que en Sonora llegaba la primera gobernadora y en Sinaloa se le hacía a Quirino Ordaz, en tanto Alfredo del Mazo Maza arribaba al Estado de México en las postrimerías del régimen peñista, quien seis años antes fue relegado por Eruviel Ávila. Era el nuevo rostro del tricolor.
Los tres primeros están en la cárcel.
Hoy, con un Peña sin poder alguno dentro del partido y en el ámbito político nacional, el PRI cobijó al campechano. Extrañamente abandonó su responsabilidad de mandatario apenas cumplidos los tres años, con lo cual se impedía convocar a nuevas elecciones.
Desde su arribo en 2019 a la dirigencia nacional, se preveía el fracaso. Había roto con algunos funcionarios federales, entre ellos con José Narro Robles. No consultó a nadie para la postulación de candidatos a gobernadores y tampoco para la Cámara de Diputados para la actual legislatura.
Se le conocía por lo bravucón que se mostraba. Cuando candidato, López Obrador escuchó los agresivos discursos del campechano quien le espetaba: aquí se enfrentará el muro tricolor… no pasará.
Tenía y tiene una encomienda: cuidar los intereses del expresidente Peña.
De ser uno de los nuevos rostros ha caído en la desgracia que sus compañeros exgobernadores y está bajo investigación en la Fiscalía General de la República y ahora en el INE. Ciro Murayama confirmó la indagatoria y aplicó la exacta ley: a todos se les mide con la misma vara.
Los audios que dio a conocer la sucesora de Carlos Aysa González, designado por Cárdenas Moreno para terminar el mandato, alborotaron la gayola.
El sonido difundido en un programa que tiene la gobernadora Layda Sansores, en ocasiones es imposible de publicar. El léxico de Alito supera y con creces a los tepiteños, con el debido respeto para los habitantes del Barrio Bravo.
El dirigente, que no líder, de lo que queda del PRI -casi cenizas y no tiene alas para resurgir como el ave Fénix- acusa al Fiscal General de su tierra, Renato Sales, de haber iniciado la persecución en su contra y de editar los audios para generar la molestia de tirios y troyanos.
Será el sereno, pero se le conoce el tono de voz altanero, gritón. Un bravucón consumado.
Con lo que las autoridades tienen en su poder -editados, reales o falsos los audios-, quizá Alejandro Moreno Cárdenas se mantenga como el “nuevo rostro” que ingrese a un penal.
Salvo, claro está, que tenga bajo la manga el as que lo salve de lo que, en principio, parece irremediable.
¿Es el nuevo rostro?
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada
