En la madrugada de hoy Volodímir Zelenski, ha llegado a un acuerdo con Rusia para la evacuación de los milicianos que resistían a las tropas rusas en la planta siderúrgica Azovstal, en Mariupol (sudeste del país). “Un día difícil”, ha reconocido en un vídeo, pero, “como el resto, enfocado a salvar nuestro país y a nuestro pueblo. Quiero enfatizar que Ucrania necesita a los héroes ucranios vivos”.
Son 260 combatientes, que Rusia considera “prisioneros” que se han “rendido”, han salido de la acería, entre ellos 53 heridos. Moscú asegura que serán tratados “según los estándares internacionales”, aunque un diputado ha pedido la pena de muerte para los integrantes del Batallón Azov que han salido de la acería.
El gobierno de Moscú sostiene que en estos momentos no hay conversaciones “de ninguna clase” entre Rusia y Ucrania de cara a un posible alto el fuego. “Ucrania prácticamente se ha retirado del proceso de negociación”, ha dicho un portavoz del Ministerio ruso de Defensa. En el terreno, Rusia ha lanzado ataques esta madrugada en la zona de Lviv, cerca de la frontera con Polonia, así como en la región de Chernihiv, en el norte del país.