A la Vuelta de la Esquina
IVÁN RUIZ FLORES
¿Por qué las mujeres? Esa pregunta ha estado en la mente de los estudiosos desde siempre. Esa pregunta hoy cobra mayor relevancia ante los feminicidios y los maltratos a mujeres y niñas.
Es tal la situación que actualmente se vive en México en la materia, que está obligando a las autoridades a ser más puntillosos en las investigaciones y a establecer nuevas normas dentro de las instituciones que persiguen los delitos en contra de las mujeres.
Sí, obligado por las circunstancias, México está accediendo a modelos contra la delincuencia sobre mujeres que antes sólo utilizaban los países vanguardistas en la materia.
Hay que resaltar que la problemática latinoamericana en ese renglón es severa, de manera que cada país está aportando sus avances para beneficio de los demás. Por ejemplo, Argentina ha expuesto los cuatro escenarios (los más abundantes) de los asesinatos de mujeres y a lo mejor, pueden ser una advertencia para las féminas que están viviendo alguna situación característica en dichas materias:
“1. Femicidios íntimos y familiares:
“Se dan en el ámbito de los vínculos de pareja, ex pareja y familiares entre víctima y victimario. Se inscriben en un ciclo de distintos tipos de violencias previas (física, sexual, psicológica, verbal) que culminan en la muerte. Algunos factores de riesgo son el embarazo de la víctima, la separación o voluntad de la víctima de cortar el vínculo, la violencia contra otras mujeres de la familia. Presentan algunos patrones característicos en la conducta posterior del victimario (tales como suicidio/entrega voluntaria), la comisión del hecho frente a los/as hijos/as y/u otros familiares, la utilización de instrumentos domésticos y de las manos para la ejecución, etcétera.
“2. Femicidios sexuales:
“Pueden darse en cualquier ámbito vincular. Por violencia sexual se entiende cualquier acción destinada a vulnerar la libertad e integridad sexual o reproductiva de las personas. Se expresa en ataques sexuales directos o simbólicos, tanto consumados como tentados. Presentan características específicas en el modo de ejecución, el procedimiento homicida y las circunstancias, que dejan rastros en la escena del hecho y en el cuerpo de la víctima.
“3. Femicidios en contextos de criminalidad organizada:
“Ocurren en el contexto de organizaciones criminales o bandas de menor envergadura dedicadas a acciones ilícitas (como puede ser el caso de la narcocriminalidad/narcomenudeo y trata de personas). Los homicidios de mujeres emergen en el marco de su utilización como mercancías, como producto de venganza entre bandas, o bien como respuesta a su desviación en relación a lo que se espera que sea su comportamiento de acuerdo al status de su género.
“4. Travesticidio/transfemicidio:
“En nuestro país (Argentina) los colectivos y movimientos de la diversidad de género han visibilizado las condiciones estructurales de vulnerabilidad, marginalidad y violencia sistemática a la que se ven sometidas la mayoría de las mujeres trans y travestis. Las personas trans construyen una identidad de género que no se condice con los criterios considerados “normales” por la cultura sobre la femineidad y la masculinidad, puesto que impugnan la normatividad que exige coherencia entre sexo genital y género.
“Sobre esta base, la mayoría de estas personas sufren múltiples exclusiones: en las instituciones de socialización primaria, en el sistema de salud, en el mercado laboral y en el seno familiar. Esto reporta graves consecuencias que derivan en el ingreso de la mayoría de las mujeres trans/travestis al mercado de la prostitución y en la exclusión en el acceso a derechos básicos fundamentales.
“Además, estas condiciones estructurales de vulnerabilidad sirven de condicionantes al transcurso vital de esta población, lo que las coloca en un estatus social desventajoso (grupo de riesgo) que es leído por otros actores como condiciones de posibilidad (o escenarios de impunidad) para la aplicación de la violencia en diversos grados y manifestaciones”.
En aquella nación los estudios en la materia avanzan. Por ejemplo, señalan cuándo un homicidio se considera feminicidio. Señalan varios indicadores:
“Indicador Filtro.- Género del sujeto activo (masculino) y género del sujeto pasivo (femenino). Solo se considerarán femicidios a aquellos homicidios cometidos por (al menos) un varón contra una mujer.
“Indicadores principales.- Vínculo de pareja o socioafectivo, actual o pasado, entre sujeto activo y pasivo; componente sexual directo o simbólico en el hecho, antes, durante o después de la muerte; vínculo familiar de responsabilidad, confianza o poder del sujeto activo con el sujeto pasivo.
“Indicadores contextuales.- Presencia de determinadas características del procedimiento homicida: violencia excesiva, “overkill”; más de un procedimiento y/o instrumento de muerte, mutilación del cuerpo, lesiones post mortem, posición / estado de la vestimenta; sujeciones / ataduras; disposición del cadáver (expuesto o arrojado en lugar público, baldíos, basurales, incinerado, etc.); hecho cometido frente a hijos/as de la víctima u otros parientes cercanos”.
Asimismo: “Violencia continua: denuncias previas, lesiones de larga data en la víctima, antecedentes de violencia, por ejemplo, del victimario a la víctima, del victimario contra otras mujeres o niñas del mismo núcleo familiar, del victimario contra otras mujeres o contra personas por su orientación sexual y/o identidad de género.
Además: “Especiales condiciones de vulnerabilidad por género de la víctima: embarazo, identidad de género trans, orientación sexual no normativa (lesbiana/bisexual/otra), situación de prostitución, explotación sexual, trata, refugiada.
La Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres de aquella nación expone:
“El primer indicador debe estar presente necesariamente para que el homicidio sea considerado femicidio. El resto de los indicadores no son excluyentes de tal calificación ni taxativos. Debe darse una valoración contextual de estos indicadores y su presencia en el crimen depende del tipo de femicidio de que se trate”.
En México con el caso de Debanhi Escobar, ocurrido en Nuevo León, un grupo de investigadores federales con especialistas en análisis, inteligencia y seguimiento, están aplicando novedosas fórmulas para determinar si la causa de la muerte de la joven estudiante de Derecho fue accidental o de algún feminicida.
De acuerdo algunos planteamientos, tras la revisión de carpetas, de actuaciones ministeriales e investigación, del cúmulo de videos próximamente estarán determinando lo sucedido con la joven.
Otros especialistas preparan trabajos sobre los riesgos de las mujeres al acudir sin invitación, en calidad de “coladas” a ciertas fiestas y de estar deambulando, sin permiso de sus padres, en diversas francachelas, además de hacer notar la importancia del estado de ebriedad que adquieren e inmersas en el cual van de un lado al otro, durante horas de la madrugada; horarios propicios para la acción delincuencial de todo tipo, incluido el asesinato o…feminicidio.