Punto de Vista
Jesús Michel Narváez
Aliados con los productores de cocaína de Bolivia, Perú y Colombia, los cárteles mexicanos, los dos poderosos: Jalisco Nueva Generación y Sinaloa (Pacífico), con la venia del “señor que los abraza y no ordena balearlos”, ya incursionaron en Europa de manera expansiva y su presencia alarma a los 27 países que conforman la Unión.
Asociados o socios a partes iguales, buscan inundar el mercado con la droga más devastadora: fentanilo.
La Agencia de la Unión Europea (Europol) y el Observatorio Europeo de Drogas y Adicciones, divulgó que el mercado de la cocaína, con un enorme aporte de América del Sur, y la metanfetamina, experimenta un aumento en Europa, impulsado por los niveles récord de tráfico en el que participan activamente cárteles mexicanos.
El estudio conjunto de los dos organismos apuntan: Es posible verificar un “vínculo directo” entre la UE y México, ya que cárteles mexicanos ya actúan en territorio europeo, confirmó Catherine De Bolle, directora ejecutiva de Europol al presentar el resultado de un informe sobre la expansión de tráfico de estupefacientes.
El estudio señala que, en Bélgica, Francia, Holanda y España, “la competencia entre proveedores de drogas se ha intensificado” lo que ha llevado a un aumento de la violencia, según los informes. La nueva naturaleza de este mercado ha generado “niveles récord de disponibilidad de drogas, aumento de la violencia y la corrupción, y empeoramiento de los problemas de salud”, revela el documento.
Como es sabido, en Estados Unidos existe preocupación por el ingreso de fentanilo, producido en laboratorios clandestinos -no podía ser de otra manera- en diversas zonas del centro del país además del conocido triángulo dorado conformado por Sinaloa, Durango y Chihuahua y al que se suma Sonora.
Informaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. y de la DEA pusieron al descubierto que el fentanilo se oferta mezclado con “ciertos medicamentos” y provienen de China y ¡México!
Los reportes indican que entre 2019 y 2020 murieron 100 mil 306 personas, principalmente menores y jóvenes, por consumir fentanilo. Las autoridades sanitarias consideran la más poderoso de las drogas sintéticas, 50 y 100 veces más fuerte que la morfina, como una amenaza nacional.
Para nadie es un secreto que los cárteles mexicanos están dedicados a fortalecer sus lazos con los similares de Perú. Bolivia y Colombia, los mayores productores de cocaína en América del Sur y realizan el intercambio de la coca por fentanilo, porque aquí ya “encontraron la forma de producirlo y distribuido” sin que las autoridades les disparen y en cambio les dan abrazos.
La inexistente política para combatir a los cárteles mexicanos ha permitido que éstos se expandan y sean ya una amenaza para otros países, mientras en México el manto de la impunidad y la connivencia con autoridades los protegen.
Pronunciar discursos de que con el programa Jóvenes Construyendo las “bandas delictivas” se quedan sin cooptarlos, no deja de ser el acabo mensaje de la demagogia populista.
En nuestro país, los chavos no se conforman con ser aprendices de todo y oficiales de nada y se dejan acariciar por aquellos “buscadores de talentos” e ingresar al círculo que, desde la óptica irracional, los conducirá al mundo de la riqueza, lo que les permitirá pulsar un Rolex de oro -legítimo, no imitación-, tener lujosos automóviles y poseer a las mujeres “más bellas del ejido”.
El “ataque a la raíz” solamente ha despertado a la hidra que estaba luchando por no ser decapitada más de una vez. La raíz sigue ahí, en donde germina el crimen. Y hay más cabezas en la mitológica serpiente.
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