PABLO TREJO PÉREZ
Mucho se ha escrito sobre el documental de “Get Back” de los Beatles, ese refrito sobre lo que fue hacer el álbum Let it be, que a la postre sería el último del cuarteto de Liverpool. Muchos ponen el foco en la célebre relación entre John y Paul, entre estos y George, en el impacto de Yoko en la intimidad del grupo … sin duda, para cualquier fanático de la banda, esas cuestiones serían interesantes de observar. Más allá de esos fenómenos, cualquier estudioso de la Administración podrá obtener valiosos ejemplos sobre liderazgo, creatividad y toma de decisiones.
Nunca hay que perder de vista que de lo que se trata es de entregar un buen producto. ¿Qué lecciones podemos sacar de este documental? ¿Qué tenemos que decir sobre la creatividad en particular? Sin ser esta una lista exclusiva, más bien es al calor de lo reciente, nos parece importante señalar algunas lecciones:
- Hay que fijar metas grandiosas. El reto, tal cual se plasma en los créditos de Get Back, es mayúsculo: crear 14 canciones nuevas en solo dos semanas y grabarlas en vivo para un programa de televisión. ¿Qué tan responsable fue esta meta de la tensión entre los miembros del grupo? Es algo que se podría explorar, pero es innegable -al seguir viendo el documental- que el pensar en grande y fijarse metas de gran alcance les abrió nuevas posibilidades creativas. Ya algo de eso nos contó Walter Isaacson en su biografía sobre Steve Jobs, pero ese espíritu de espontaneidad, de permanecer abiertos a todo tipo de opciones, siembra las semillas que conducen a la épica presentación en la azotea.
- Los cambios no siempre son malos. En el primer capitulo, se ve a los cuatro miembros del grupo muy molestos por el sonido que obtenían en los estudios Twickenham. Es solo hasta que Harrison se harta y abandona el grupo, que los demás recapacitan. Se reúnen, ya, en el amontonado sótano de Apple Records. Ahí, en un ambiente más de camaradería e intimidad, improvisan, bromean y dejan salir la tensión conforme van afinando los números que ensayan.
- La creatividad no está reñida con el trabajo duro. En general, se podrá decir que los Beatles estaban listos para trabajar desde que llegaban a los estudios y que las sesiones siempre fueron de lo más productivas. Su trabajo es crear canciones, pero no pierden nunca la disciplina: comen y beben en el estudio, pero se dedican a trabajar y volver a hacer cambios en las letras y arreglos hasta quedar satisfechos. Visto con perspectiva el trabajo fue de lo más productivo: nació no sólo elLet it be, sino también el álbum de Harrison, All things must pass y la preciosa canción que saldrá en Imagine, Jealous Guy (presentada como On the road to Marrakech). De hecho, fue tal la cantidad de trabajo que los cuatro miembros de la banda saldrían de ahí con suficiente material para sus primeros discos solistas.
- La creatividad puede ser aburrida. Aquí se demuele un mito muy poderoso: todo es diversión cuando se trata de crear. Pues no. Vemos cómo se repiten una y otra vez las canciones y que, poco a poco, la idea general, va modificándose. El efecto de la repetición, de hacer las cosas hasta que ya no puedan salir mal, es un proceso tedioso, pero que, tal como podemos ver, tiene componentes interesantes. La repetición y el perfeccionamiento exhaustivo de las letras y los arreglos musicales es lo que permitió que se crearan estas canciones. También es lo que le da a la banda la confianza necesaria para llevar el espectáculo a la azotea.
- Lo nuevo puede mejorar lo que hay. Se nota que la llegada de Billy Preston mejora el ambiente, la música y el comportamiento de los Beatles como unidad. El espíritu creativo reavivado por Preston irradia energía más allá del grupo: hasta Yoko y Linda aparecen por primera vez en el papel que luego todo el mundo les encasilló. La aparición de este invitado tiene tanto éxito que Lennon sugiere que Preston se convierta en un Beatle definitivo y George propone también invitar a Bob Dylan.
Hay algo que queda claro con Get Back: los Beatles no querían que todo lo que construyeron terminara, pero también sabían que sería necesario hacer cambios para seguir adelante, que permanecer estancados no los llevaría a ningún lado. Y esa es una gran lección para todas las organizaciones.
Pablo Trejo Pérez es Doctor en Administración Pública y catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM. Esta semana recibirá el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Santo Domingo.