Crónicas de la Zahurda: Michoacán, lo que un día fue…no Será

 

*Con LEA Pintaba Como el Futuro Polo de Desarrollo

Económico

*Los Malos Gobiernos Iniciaron con el Arribo de los

Perredistas

*El Bateador Emergente con un Gabinete de Inexpertos

no Avanza

*Frontera con 6 Estados lo Vuelve Apetecible Para los

Criminales

*Éxodo de Miles de Personas por la Violencia; los Pueblos Serán Fantasma

*Contra Silvano Aureoles Muchas Declaraciones y Nulas Denuncias

 

ADRIÁN MAGAÑA ARREOLA

 

MORELIA, Michoacán, abril del 2022.- En la década de los 70, el Estado de Michoacán pintaba para convertirse en un polo de desarrollo muy importante, que abonaría al impulso sostenido de la economía nacional.  El pueblo costeño de Melchor Ocampo, cambia de nombre a Lázaro Cárdenas. Con ello, inicia la construcción de la siderúrgica más importante de la República (SICARTSA-LAS TRUCHAS), así como el puerto naval más importante del pacifico, estratégicamente construido con miras a los mercados asiáticos. El presidente Echeverría le da un gran impulso al Estado, siendo gobernador, Carlos Torres Manzo. Así pues, llega la construcción de empresas como FERTINAL entre varias nacionales.

En la sierra costa (Coalcomán, Chinicuila) el empuje de Michoacana de Occidente, -empresa dedicada a la explotación de la madera y el bosque-, generaba una derrama muy importante de empleos y economía. En el valle de Apatzingán y toda la Tierra Caliente, la agricultura como el melón, mango, sandía, pepino, algodón, limón, arroz, entre otros, así como la ganadería, daban un impulso importantísimo a la economía regional. En fin, se veía actividad económica en los cuatro puntos cardinales del Estado.

Después de varias décadas y miles de problemas políticos (donde se incluyen interinatos en la gubernatura, sustituciones, cochupos y todo tipo de “marranadas” político-electorales) la debacle inicia con el gobierno de Lázaro Cárdenas Batell y después los mandatos encabezados por Leonel Godoy, Fausto Vallejo, Salvador Jara, Jesús Reyna (por cierto, encarcelado por acusaciones de asociación con la delincuencia organizada), han hecho de Michoacán un estado fallido en todo rubro.

A decir de la opinión pública de los michoacanos, cuando se creía que ya habían terminado los malos gobiernos, la falta de inversión, los pleitos con la Federación, que derivaron en el veto económico, entre muchos factores adversos, llega al gobierno Silvano Aureoles Conejo y el Estado todavía se va más abajo, al grado de declarar la bancarrota por parte de algunos funcionarios del gabinete.

Al término del sexenio de Aureoles Conejo, el joven novel y bateador emergente en sentido figurado, Alfredo Ramírez Bedolla, entra al quite. Hay que recordar que se unge como candidato al gobierno del Estado ante la descalificación y suspensión de registro de Raúl Morón Orozco, después de registrarse como precandidato a la presidencia municipal de Morelia y declinar para asumir la candidatura a la grande y gana la elección.

Ramírez Bedolla encuentra y recibe un Estado devastado, sin dinero en las arcas, conflictuado en todo nivel social, económico y profesional. Por ejemplo, está el problema empantanado del tema magisterial. No hay semana que no se tomen calles y avenidas principales de la capital del Estado y de algunas vialidades importantes al interior de la entidad. Y este problema tiene acciones muy difíciles de desatorar:

Desde que los funcionarios actuales morenistas pertenecían al PRD, utilizaron las estructuras magisteriales como grupos de operación política, de activismo, operación electoral y defensa del voto, hasta de catervas de “choque” para amedrentar, coaccionar, intimidar y contrarrestar la maquinaria de los partidos hegemónicamente grandes.

Esto les dio buen resultado, ganando las candidaturas de Cárdenas, Godoy, Aureoles y ahora Ramírez. Así pues, el cumplimiento de los acuerdos y canonjías político- electorales han resultado inalcanzables para el gobierno actual, al grado de tenerlo arrodillado y sin elementos para poder negociar equilibrios. El poder de las bases magisteriales ha rebasado en mucho el orden político, económico, social y gubernamental.

Para potenciar más la fuerza bruta y amedrentar, los grupos magisteriales operan las llamadas fuerzas básicas de la impunidad: Los alumnos de las normales, con los cuales golpean al gobierno y dañan a la sociedad. Una sociedad que, por cierto, ya está en los límites de la desesperación ante la indiferencia de las autoridades para poner orden en Michoacán. En cualquier momento pueden tomar la ley en sus manos y tomar acciones radicales… no tarda. Ya hay llamados al enfrentamiento, en redes sociales, principalmente.

LA SED DE EXPANSIÓN

DE LOS CRIMINALES

En cuanto a inseguridad se refiere, somos la confluencia con seis Estados de la República, tenemos entrada y salida hacia el Pacifico. Todos estos estados aledaños tienen organizaciones criminales importantes con una característica en común: la sed de expansión. Y nosotros, Michoacán, en el centro. Es una de las razones por las que los enfrentamientos entre grupos locales y foráneos en toda la geografía michoacana no cesan. Esto ha provocado el éxodo de miles de personas que huyen para salvar la vida de sus familias. Todo mundo está atento a los desplazados en Ucrania por la guerra… ¿y los de Michoacán?

Por citar ejemplos, hay comunidades, tenencias y rancherías como El Aguaje, La Bocanda, El Limón, El Cajón, Aguililla, entre otros, que poco a poco se convierten en pueblos abandonados y van camino a ser del grupo fantasma.

Ya lo dijo el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar: “Morelia es el corazón de la violencia entre carteles delincuenciales”.

En cuanto a economía, gobierno y desarrollo se refiere, Alfredo Ramírez hace lo que puede con el gabinete que tiene. Un gabinete permeado de gente arcoíris, políticamente hablando: es decir fueron del PRI, después del PRD y ahora de MORENA. El único y auténtico morenista, es el propio gobernador que desde el inicio del movimiento siempre fue fiel al hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Es un gabinete inexperto al que en el arranque del sexenio nada le ha salido bien. La expectativa era muy alta por parte de la ciudadanía y el desencanto se presenta y crece como lumbre en pastizales.

Son contados los funcionarios comprometidos con el servicio público: Oscar Celis, de Atención Ciudadana; Luis Navarro, secretario de Finanzas; Ignacio Mendoza, coordinador del sistema penitenciario; profesionales que gozan del reconocimiento público. Pero la mayoría es la misma manacata (dulce de calabaza de castilla o tamalayota cortada en trozos y cocida con piloncillo, anís y maíz cacahuazintle cocido, entero o molido) de siempre.

CRISIS EN EL CONSEJO

COORDINADOR EMPRESARIAL

Por su parte, los empresarios no han podido encontrar la fórmula para detonar la inversión. Mucho hablan en eventos con el gobernador y su gabinete económico, donde versan discursos floridos, acartonados y muy zalameros. Pero en la práctica no hay nada. Al grado que una parte de empresarios que conforman el Consejo Coordinador Empresarial de Michoacán, molestos por la falta de resultados, muy enojados por la actitud aduladora hacia la autoridad gubernamental y extremadamente inconformes con los beneficios que llegan sólo a unos cuantos dirigentes, han decidido formar sus propios grupos (de manera discreta) afines con objetivos distintos a los del órgano empresarial.

En otro orden de ideas, mucho se ha hablado de la catastrófica situación que dejó en el Estado el exgobernador Silvano Aureoles Conejo. Muchas son las acciones de corrupción que se han señalado y que han salido a luz pública y pocas o nulas son las denuncias formales ante autoridades competentes.  Hay que reconocer la “habilidad” y “visión” que tuvo Aureoles para ubicar de manera estratégica en órganos de revisión y contraloría a personas de su entera confianza para defender su causa y esconder sus tropelías.

El gobierno actual ha declarado que presentó varias denuncias, las cuales afectan directamente al funcionario en cuestión y responsable de algún área, pero sin ligas que relacionen al exgobernador para comprobar su culpabilidad directa o indirecta.

A nivel de la opinión pública, Silvano tiene la fama de ladrón, corrupto y ratero. La ciudadanía reclama justicia en contra de quién, desde su óptica, desfalcó a Michoacán, operó excesos y lujos que costaron mucho dinero del erario; benefició a familiares y amigos y los hizo ricos, y estos son sólo algunos puntos que se le atribuyen.

La falta de acciones en su contra reales y expeditas, hacen suponer que hay temor, falta de voluntad y se presuponen acuerdos en la oscuridad para evitar la aplicación rigurosa de la ley.

 

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