Pavimentaría el Camino Rumbo a la Dictadura,
Afirma Jesús Zambrano
*Estorban Instituciones que no Puede Controlar:
José Antonio Crespo
*La Propuesta Nace Muerta y en el Legislativo
Será Sepultada
*Eliminar Diputados Plurinominales Dejará a
Millones sin Representación
*¿Quién Conocerá a 60 Candidatos a los 18
Cargos Electorales?
*Una Reforma que nos Llevará a 50 Años
de Retroceso Democrático
GERADO LAVALLE
Proponer que los consejeros y los magistrados electorales sean electos por voto directo, aplicando la democracia participativa, es inviable. De los 60 prospectos que estarían a discusión para dicernir quienes quedan al final de la jornada, los ciudadanos desconocerán sus historias jurídicas o políticas que demuestren sus conocimientos en la materia y se conviertan en los 18 adalides de la democracia.
La propuesta va, además, encaminada a restar facultades a la Cámara de Diputados y Senadores, que ahora son, por norma constitucional, responsables de los nombramientos de 11 consejeros del INE y 7 magistrados del TEPJF, respectivamente. En ambos se tiene que publicar una convocatoria para recibir a los interesados en ocupar los cargos.
Lo que se pretende con la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López, es que cada uno de los Tres Poderes de la Unión presente una lista de 20 personas y que se incluyan en las boletas los 60 nombres y sea “el pueblo el que elija”.
El presidente dijo: “Voy a proponer que sea el pueblo el que elija a los consejeros electorales y a los magistrados de manera directa, con voto directo. El pueblo va a elegir de manera directa, se acabó, o espero que se acabe, lo de los acuerdos cupulares, contrarios al interés del pueblo”.
El politólogo José Antonio Crespo, entrevistado por MISIÓN POLÍTICA señala que la reforma busca acabar con los órganos autónomos “porque le estorban al Presidente”.
Cuestiona la elección de consejeros y magistrados y equipara el ejercicio con elegir a los médicos, los arquitectos, los abogados… “se trata de que a esos espacios lleguen personas capacitadas, experimentadas. Los procesos electorales no son cosa fácil”, apunta el doctor en ciencia política.
Para el dirigente del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, esa “reforma está muerta antes de nacer”.
LA REFORMA,
“INTEGRAL”
Desde 1960 existe la figura de diputado plurinominal y en 1996, con la reforma Constitucional, se dio una nueva conformación a la Cámara de Senadores, misma que rige hasta nuestros días y que incluye a los llamados “senadores de lista” que, en términos jurídicos, son congresistas de todos los Estados. No representan al Pacto Federal, porque no están ubicado en las circunscripciones sino en una sola.
En el primero de los casos hubo dos razones de peso para que el presidente Adolfo López Mateos presentara la propuesta: a).- Las oposiciones difícilmente obtenían una diputación y, b).- en los países en donde existe democracia, se incorporaron de tiempo atrás para darle representación a las minorías.
El nacimiento de los entonces llamados diputados de partido, se estableció que serían 100 las personas que alcanzaran las curules. En 1986 se amplió para quedar en 200.
El presidente López pretende desaparecer a los plurinominales y a los senadores de lista más a los 32 que ocupan escaños mediante la fórmula llamada “de primera minoría”.
Esto es, la propuesta es que se regrese al espíritu original del legislador de que el país cuente con 300 diputados de mayora y 64 senadores, 2 por entidad, que representan al Pacto Federal.
La resistencia ha surgido en todos los partidos políticos, incluido Morena y sus aliados, PT y PVEM, porque al desaparecer los plurinominales virtualmente correrían la misma suerte o serían mini bancadas que serían devoradas por el partido, el que fuere, que obtuviera la mayoría.
En el caso de los senadores hay menos resistencia, aunque ello no implique la aceptación sin negociar. Para quienes forman para del Senado de la República saben que desde ahí pueden saltar a ser candidatos a los gobiernos de donde son oriundos. No es novedad llamar al Senado “fábrica de Gobernadores”.
En su propuesta, por lo menos anunciada, aunque no presentada, el gobierno buscará que el voto electrónico sea utilizado en todas las elecciones.
“Una posibilidad que hay que analizar… es lo del voto electrónico, no solo para los paisanos y para el extranjero sino para todo el país. Si vamos a tener un consejo confiable electo por la gente con mujeres, hombres, íntegros, de inobjetable honestidad, entonces explorar la posibilidad del voto electrónico es importante, expresó quien será responsable de la décima reforma electoral “profunda” de México.
Para justificar el voto electrónico, está la presencia de gente honesta, la que será elegida por el pueblo para consejeros y magistrados electorales. “No descartar esta posibilidad porque va a haber gente honesta, no estos corruptos”, debido a que los representantes no estarían vinculados a intereses creados o a partidos.
No es la primera ocasión en que se menciona la posibilidad del voto electrónico generalizado.
Sin embargo, los costos se elevan a diferencia de los que se pretende proponer en la reforma electoral que, según palabras presidenciales, hay que imaginar los ahorros.
De aprobarse el voto electrónico también se tendrían ahorros, “imagínense también cuánto ahorramos”, expresó el presidente López ante representantes de medios de comunicación.
Un añadido que dejó sorprendidos a tirios y troyanos: la propuesta daría la posibilidad de que los mexicanos en el exterior, sobre todo quienes se encuentran en Estados Unidos, participen y se llegue a un número de hasta 40 millones de personas. Votarían desde sus teléfonos sin importar su situación migratoria y no tendrían que exponerse a intentar volver al país para ejercer ese derecho.
Sería, se presume, parte de la exposición de motivos para procesar una nueva reforma electoral.
¿A QUÉ SE VA
A ENFRENTAR?
Una reforma electoral de las llamadas “de gran calado” requiere de reforma constitucional a cuando menos una docena de artículos.
Sin contar con la mayoría calificada en ninguna de las Cámaras al Congreso de la Unión, el gobierno federal podrá proponer la reforma, pero sin diputados y senadores suficientes, los votos no le alcanzarían.
José Antonio Crespo opina que la búsqueda del presidente de la República es controlar todo el proceso electoral y encaminarse en el fortalecimiento de su proyecto político.
Y el dirigente del PRD, Jesús Zambrano sostiene que la iniciativa será sepultada antes de nacer porque, la intención del presidente y es clara, “es tener un gobierno de un solo hombre…él”.
Al presidente, apunta, no le gusta ser contradicho. Está, -añade- enloqueciendo y en su mente solo existe la idea de acabar con los equilibrios y ser quien decida todo.
En ese sentido, Crespo advierte que la reforma electoral que se pretende presentar tiene el objetivo de desaparecer todo aquello que le irrita por no tener el control. Sería un retroceso democrático que nos llevaría a los años 70, explica el académico.
Ambos entrevistados confían en que las oposiciones se mantengan unidas y frenen la regresión democrática con la propuesta que anunció el presidente de la República.
Zambrano va más lejos: “Con su reforma quiere concretar su proyecto: ser dictador”.
El consenso sobre los resultados de la iniciativa coincide en que, de ser eventualmente aprobada, se terminaría el ejercicio democrático, se regresaría a los tiempos en los que el gobierno controlaba todas las elecciones a través de la Comisión Federal Electoral, órgano de la Secretaría de Gobernación y cuyo último titular fue Manuel Bartlett Díaz y se fortalecería un gobierno autócrata.
