Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Después de que el hijo atendiera el llamado presidencial y se rebelara contra la “dictablanda” que ejerce el dirigente nacional del PRI, algunos senadores y diputados del tricolor han solicitado al Senado de la República no aprobar el nombramiento de Carlos Aysa González como embajador plenipotenciario en República Dominicana.
Una petición que probablemente tenga resultados positivos. Sin embargo, conforme al Reglamento del Senado de la República en su artículo 94 establece que la aprobación no requiere mayoría calificada. Dice: La mayoría absoluta se constituye con la suma de más de la mitad de los votos emitidos en un mismo sentido, cuando se opta entre dos propuestas.
Y el 234 señala: La aprobación o ratificación de nombramientos se hace por votación nominal
de la mayoría absoluta de los Senadores presentes en la sesión, salvo disposición
expresa en que se exija una mayoría calificada.
Por tanto, podría, así en condicionado, ocurrir el hundimiento del campechano.
Si acudieran los 128 senadores -situación poco dad en la actual legislatura-, con los 75 congresistas con que cuenta la alianza de Morena que, en este caso, tiene aliados al PVEM, el PT y lo el desaparecido PES, tiene la capacidad de aprobar el nombramiento propuesto por el Jefe del Ejecutivo.
La llamada “traición al PRI y a la Patria” cometida por el diputado plurinominal y vástago del propuesto para embajador tiene más de lo primero que de la Nación.
La traición, y aquí no hay vuelta de hoja, se comete en contra del ahora dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, quien tuvo Carlos Aysa González como secretario general durante sus tres años de gobierno en Campeche y lo propuso para convertirse en mandatario sustituto constitucional. Durante tres años ejerció el poder a placer no sin rendir cuentas a su jefe, bueno el que decía serlo.
Antes de terminar la gestión, Moreno Cárdenas, en su calidad de máximo jerarca -aunque no lo sea- del partido tricolor, inscribió a su empleado en la lista de diputados plurinominales en el segundo sitio de la primera circunscripción en donde, of course, el primero se lo autoasignó a sí mismo.
Seguramente tenía previsto encontrar en el que recibió todo su apoyo al personaje sumiso, agradecido y dispuesto a dar la vida para salvar la de Alito.
Mal cálculo.
Nadie conoce la razón por la cual el presidente López se fijó en Aysa González ni qué atributos le encontró para enviarlo a la Isla de República <dominicana como embajador. No es negarle méritos, si es que lo tiene, en el mundo de la diplomacia y dista mucho de ser un personaje con currículum y experiencia en esa área.
Difícilmente los senadores de Morena jefaturados por Ricardo Monreal sus adláteres incumplirán la propuesta presidencial.
De ahí que la petición formulada para que no se apruebe el nombramiento está más que sepultada.
A los de Morena, PT, PVEM y PES poco les interesa que Alejandro Moreno haya sido traicionado por el vástago y el padre a los que protegió y les dio poder.
Saben y bien que el calificativo les caería a quienes no apoyen la decisión presidencial
Así que el embajador no deseado serás ratificado y los priístas se quedarán chiflando en la loma.
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