NIDIA MARÍN
¡Y la venganza será terrible! Sea disfrazada, inmerecida o desvergonzada (o las tres), está ubicada en el horizonte político mexicano para ciertos gobiernos y entidades que no acudieron a rellenar el máximo ego del país.
Sí, las entidades donde la votación fue la más baja de la república fueron 12: Jalisco, con apenas 9.6%; Aguascalientes, con 9.28%; Guanajuato, 9.48%; Querétaro, 10.73%; Nuevo León, 10.75%; Durango, con 10.82%; Chihuahua, con 11.84%; Baja California, 13.22%; Sonora, 13.91%; y Michoacán, 14.16%.
Algunos de tales estados son gobernados por la oposición, pero a tres los gobierna Morena: Baja California, Sonora y Michoacán.
Unos y otros, seguramente, están poniendo sus barbas a remojar ante la evidente andanada que viene.
El asunto es que, tras la cubetada de agua helada en el inicio de la Semana Santa (en el Domingo de Ramos para ser exactos), los mexicanos en edad de votar, unos desilusionados tras las políticas llevadas a cabo, en las cuales la desaparición de instituciones y la acumulación de recursos económicos en una persona y la destrucción de la naturaleza son lo de hoy, optaron por mostrar su rechazo a la autocracia y a la manipulación de temas para volverlos electorales simplemente porque alguien deseaba inflar aún más su autoestima o prolongar su mandato después de 2024.
Pero, en su mayoría, los mexicanos de menos de 50 años, simplemente pintaron su “finger”. Y, por cierto, de los votantes que acudieron en mayor número fueron mujeres.
Sin embargo, en esa fecha esperada en el Zócalo (sólo ahí, en ninguna parte más, aunque sí en el INE porque es su obligación) se registraron las viejas costumbres, encarnadas en Mario Delgado, dizque dirigente de Morena, y una buena parte de sus allegados. Sí, la realidad es que reapareció el mapachismo, con lo cual les valió lo que el máximo tabasqueño de hoy hubiera advertido contra los fraudes a los partidos en una “Mañanera” del 31 de mayo del año pasado, con motivo del anterior proceso electoral. Aquel día les dijo a los militantes:
“Nada de ratón loco; nada de que voten los finados (los muertos); nada de relleno de urnas (es decir urnas embarazadas); nada de falsificación de actas; nada de toma de casillas, nada de violencia; que no se utilice dinero de procedencia ilícita; que no se compren votos; que no se repartan despensas; no a la boleta ya marcada; sin hostigar a la gente”.
Por lo pronto hubo acarreo, encabezado por el desvergonzado dirigente de Morena, Mario Delgado y avalado por muchos integrantes de la directiva.
También se registraron actos de violencia que obligaron a cerrar algunas casillas y que impidieron que se abrieran otras en diversas partes de la República.
Y ya veremos cuántas urnas fueron rellenadas, cuántas fueron falsificadas, cuánto dinero “invirtió” el narco y en fin…
En las redes sociales se difundieron decenas de videos en los que se observan que, ante la presencia de votantes, los responsables de las casillas (en este caso tres mujeres con gran desverguenza), se dedicaron a rellenar las urnas. Y, por cierto, las mencionadas urnas portaban claramente la leyenda: “Revocación de Mandato”. Por ello, no está en veremos aquello de las “urnas embarazadas”.
No, no fue un buen día para el ego ambulante, el cual de todos modos, como es su costumbre, expresó autoelogios al señalar: “Me quedo y vamos a continuar la transformación de nuestro país, a fondo para dejar sentadas las bases entre todos, con preferencia a la gente humilde”.
Insistió en su trillada frase: “…no se puede gobernar sin autoridad moral” y en seguida descubrió el hilo negro: “En la democracia se gana o se pierde y no hay que optar por la abstención. Lo importante es ejercer el derecho que tiene uno a manifestarse de manera pacífica”.
Evidentemente aun no externó nada acerca de su venganza. Seguramente está en espera de que se den a conocer las irregularidades para empezar su vendetta en contra, ya lo sabemos, del Instituto Nacional Electoral, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y de los gobernadores de oposición donde la votación fue menor.
Lo que si dijo en La Mañanera del lúnes fue que se analizará la posibilidad de establecer en México el voto electrónico al contar con consejeros del Instituto Nacional Electoral de inobjetable honestidad, elegidos por el pueblo y con verdadera vocación democrática. Es decir, no tardará en irse otra vez contra el INE y eliminar los que a su juicio son “negritos en el arroz” de su conveniencia.
Por cierto en la reciente contienda los estados con mayor participación fueron: Tabasco (35.94%); Chiapas, (acuérdese que allá está su querido rancho al que va con frecuencia y gobiernan sus compadres) por eso el segundo sitio con (32.13%); Campeche, (27.81%); Veracruz, 26.88%; Tlaxcala (24.90%); Guerrero, (24.41%); Oaxaca, (23.63%); Yucatán, (21.53%); Quintana Roo, (21.46%) e Hidalgo (20.39%).
Y, por cierto, del extranjero tan sólo enviaron 8,287 votos, de los cuales 1,915 votaron porque se vaya a su rancho y 6,324 porque se quede.
En fin, que no tardaremos en escuchar y saber de la venganza, la principal política que hoy se aplica desde la cúpula contra los mexicanos.
Toc, toc, toc… Llaman a la puerta del INE.
Habrá que estar pendientes.