Los militares rusos continúa estrechando el cerco sobre la ciudad costera de Mariupol, al sudeste de Ucrania. El Ministerio de Defensa ruso ha asegurado este miércoles que 1.026 soldados de la Brigada 36 de la Marina ucrania que resistían en el puerto de la localidad se han rendido, es una información que no ha sido confirmada por el Ejército ucranio ni por su presidente.
Ramzan Kadírov el militar checheno ha pedido la rendición del último bastión de fuerzas ucranias que resiste en el área industrial de Azovstal. El gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kirilenko, calcula que entre 20.000 y 22.000 civiles han muerto en la ciudad, que tenía 400.000 habitantes antes de la guerra, como consecuencia del asedio de las tropas rusas, y que 100.000 civiles esperan aún a ser evacuados. Mariupol es solo uno de los objetivos del Kremlin en el este del país, donde distintas fuentes advierten de que va a endurecerse la ofensiva.
Vladímir Putin, ha acusado a Ucrania de llevar las negociaciones de paz hasta “un punto muerto”. Kiev ha respondido que las conversaciones “son difíciles, pero continúan en grupos de trabajo”.