Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
De estar feliz, feliz, feliz, volvió a la normalidad. Sacó la amargura que le produjo el resultado de la consulta para la revocación de mandato. No salieron los números que esperaba. Y esto preludia manotazos en el escritorio presidencial y que muchos de los dirigentes, el nacional y los estatales más los municipales, escuchen que o se ponen las pilas y avanzan en el diseño del control territorial o correrán la suerte de los incapaces: ser despedido.
El agradecimiento a quienes votaron por que se quede y termine su mandato tuvo destinatarios: los adultos mayores. Sí, conforme a datos todavía no oficiales, quienes más acudieron a las mesas de recepción de sufragios fueron aquellos que defendieron su pensión. Y los ciudadanos con menor grado educativo.
Con todo y el acarreo, negado y, sin embargo, comprobado mediante videos, fotos e imágenes televisivas y narraciones a través de la radio, el Gobierno federal, los estatales y municipales no lograron mover la conciencia de los ciudadanos.
La caída en la preferencia electoral se sustenta en números reales. No es igual a la “popularidad” que presume el ciudadano inquilino de Palacio Nacional. Ello irrita de nueva cuenta al señor López, quien, con proyección de imágenes proporcionadas por el INE, mostró que obtuvo loa mitad de votos con respecto a 2018 “porque se colocaron la tercera parte de casillas”.
Algo más falso que un billete de dos pesos.
En las elecciones de 2018 se rompió el récord de asistencia a las urnas. Las filas para entrar a las casillas eran largas. En ocasiones de 200 personas continuamente y por horas.
Los videos, las tomas de camarógrafos que trabajan para la televisión y las narraciones de reporteros y conductores de espacios radiofónicos, mostraron la soledad en la que se encontraban los funcionarios, ciudadanos, en espera de que las personas llegaran con su credencial de elector, fueran identificadas y se les entregara la papeleta para depositarla en la urna transparente.
No son imágenes editadas. No son narraciones de otros tiempos. No son videos, aunque sí hubo algunos de la consulta popular, que se hayan tomado, por regla general, en diversas elecciones. El 90 por ciento de los que circularon en redes como Twitter y Facebook, correspondieron a la jornada del domingo.
Ante los resultados, la valentía del pasado viernes desapareció y, en contra parte, vimos al personaje rogón.
Sabe que el PRI no le dará un voto para su reforma eléctrica. Y saca a relucir que los diputados son representantes populares no de los partidos y que su responsabilidad está con los electores no con los intereses y que deben votar para servir al pueblo y no por órdenes de sus partidos.
Diría el clásico: ¡pero qué necesidad!
Si alguien ordena a los representantes populares y por obedientes dejan de servir al pueblo y lo hacen por un interés personalísimo presidencial, es el señor López.
¿Dónde quedó el manido slogan el buen juez por su casa empieza?
Con palabras duras para disfrazar la urgencia y por tanto humildad, les pide a los diputados del PRI voten en conciencia. ¿Qué le hace suponer que no lo harán?
Votar en conciencia es cuando se examinó el tema y existe la convicción de hacerlo en pro o en contra. ¿Por qué el señor López cree que los diputados deben estar convencidos con su propuesta y no con sus convicciones personales?
Cómo hace recordar a Jorge Negrete.
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