El gol de Christian Tabó ilusiona a Cruz Azul con una nueva final. Pumas hizo dos, pero la diana del uruguayo podría ser letal en la vuelta. Será el Coloso de Santa Úrsula el que decida al equipo que llegará a la final de la Liga de Campeones de la Concacaf, 2-1 quedó la ida.
En Ciudad Universitaria hizo lo suyo. Juan Ignacio Dinenno logró un doblete, pero cuando el goya estaba listo para retumbar, La Máquina encontró el premio al esfuerzo del complemento. Todo está abierto, los dos grandes se jugarán el prestigio en el Azteca.
El equipo universitario se sacudió la presión. Corozo comenzó a desbordar por derecha, mientras que Álvarez se encargaba de poner el talento. Un centro cambió el partido. Dinenno fue a disputarlo, Jurado se apresuró y el que más lo resintió fue Escobar. El defensor cementero se quedó tirado y no pudo continuar. El Cata Domínguez entró al ruedo.
El jugador Corozo aprovechó a la perfección el poco ritmo del 4 celeste. Un centro que parecía se iría por banda, fue rescatado por Manchita. El ecuatoriano la dejó a merced de Dinenno. La fortuna le sonrió al argentino, el balón rodó hacia el fondo, Aguilar lo quiso sacar, pero en el intento, la mollera de Juan Ignacio terminó por empujar el primero para Universidad.
El equipo de la maquina de Cruz Azul le quiso meter calma. Aguilar se rotó con Domínguez al verse superado en una y otra ocasión por Corozo. El dominio auriazul se transformó en el segundo. Mozo, con un preciso toque desde la derecha, puso a competir al Comandante. Aguilar resbaló en búsqueda de un salto y Dinenno, sin marca, no perdonó el segundo.
La vuelta al campo requería un cambio para los celestes. Rafa Baca no continuó, su lugar lo tomó Ángel Romero. Cruz Azul quiso arriesgar en búsqueda de una remontada.
El director tecnico del Cruz Azul Reynoso comprendió el juego y de inmediato metió los revulsivos que necesitaba su escuadra. Tabó, Mayorga y Morales entraron con el mensaje el peruano de, al menos, hacer uno para reducir la ventaja.
Pumas perdonó con una de Dinenno al poste y decidió apelar al contragolpe con los ingresos de Diogo y Alek Álvarez. La jugada le salió mal a Lillini. Las contras no llegaron y Cruz Azul presionó hasta encontrar su premio.
Pero llego un balón por izquierda le hizo daño a la UNAM. Tabó ingresó solito y con un toquecito puso a los celestes en el marcador. El Olímpico Universitario se silenció por unos segundos. Un tenue “¡Azul, Azul!” se escuchó desde la cabecera visitante.
No hubo más en el Ciudad Universitaria, la serie está abierta, el Azteca decidirá al finalista.