Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, pidió este lunes tomar medidas para preservar las pruebas sobre aparentes masacres de civiles atribuidas al ejército ruso, lo que será el único camino para establecer responsabilidades y hacer justicia.
Para permitir que las familias de las víctimas sean informadas y se determinen las causas exactas de sus muertes se requiere que «todos los cuerpos sean exhumados e identificados».
El caso que más conmoción ha causado en las últimas horas ha sido el de Bucha, un suburbio a las afueras de Kiev, donde tras la retirada de las fuerzas rusas se han descubierto escenas dantescas de fosas comunes y cadáveres en las calles.
«Estoy horrorizada por estas imágenes», señaló Bachelet, «informaciones que surgen de ésta y otras áreas plantean preguntas sobre posibles crímenes de guerra, violaciones graves del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos».
La alta comisionada agregó que se debe hacer todo lo posible para que se realicen investigaciones independientes y efectivas sobre lo ocurrido en Bucha, y que así se establezca la autoría y pueda haber reparaciones para las víctimas y sus familiares.