Privilegios del Poder
VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y ARNOLDO PIÑÓN
En la segunda semana de marzo la Cámara de Senadores firmó la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en donde se reconoce el derecho de todas las personas a tener un trabajo libre de violencia y acoso, incluida la violencia de género.
Se trata de una norma internacional que agrupa la igualdad y la no discriminación con la seguridad y salud en el trabajo. Una vez que el Convenio sea depositado ante la OIT por las autoridades mexicanas, entrará en vigor un año después tras lo cual adquiría carácter de ley en el país.
Con su ratificación se permitirá al gobierno mexicano elaborar mecanismos nacionales para la protección de las personas trabajadoras ante situaciones de acoso y violencia en el ámbito laboral.
Lo importante del este convenio es el reconocimiento que la violencia y el acoso por razón de género afecta de manera desproporcionada a las mujeres y niñas.
De acuerdo con la OIT los brotes de violencia que se producen en los centros de trabajo de todo el mundo rebasan las fronteras de los países y los ámbitos de trabajo.
En Santiago de Chile, 74 por ciento de funcionarios y funcionaras de instituciones de orden y seguridad advirtieron vivir tal violencia; en Bolivia un 76 por ciento de trabajadores y trabajadoras 46; en Ecuador un 62.5 y 47; y en Colombia un 45.5 por ciento y 48 por ciento.
Para el caso de México la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016 indica que 26.6 por ciento de las mujeres que trabajan o trabajaron alguna vez, han experimentado algún acto violento, principalmente de tipo sexual o discriminación, mientras que 22.5 por ciento la había experimentado en 2016.
La misma encuesta revela que las agresiones contra las mujeres ocurridas en las instalaciones del trabajo fueron: 48.4 por ciento emocionales, 47.9 por ciento agresiones sexuales y 3.7 por ciento agresiones físicas.
El Informe estadístico de registro de casos de hostigamiento sexual y acoso sexual en la administración pública federal del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) indica que, en 2017, se registraron 145 denuncias por presuntos casos de hostigamiento sexual o acoso sexual en 51 instituciones de la Administración Pública Federal, lo cual equivale aproximadamente a una denuncia cada dos días y medio.
Aunque, si bien existen casos de acoso y hostigamiento sexual laboral cuyas víctimas son hombres, en México, como en el mundo, la mayor parte de los casos registrados corresponde a mujeres, de las 145 denuncias registradas por el INMUJERES, 90 por ciento corresponde al sexo femenino, siete por ciento a hombres y el resto no especifica sexo.
La violencia laboral es un problema que poco se denuncia, los motivos son muchos y variados, el más frecuente es el temor a perder el empleo, desgraciadamente las mujeres hacen la denuncia correspondiente hasta que pierden su trabajo.
Sin duda, la ratificación del Convenio 190 por parte del Senado, es en sí un avance importante, pero no garantiza que la violencia laboral hacia las mujeres disminuya o se detenga. Se requiere un trabajo más cercano, que proporcione confianza para la presentación de la denuncia y la sanción correspondiente, de lo contrario el problema seguirá.