Los Dados de Dios
*Sí, Para “La Grande” y las Pequeñas de hoy y de Mañana
NIDIA MARIN
Y he aquí que tres años antes de la elección presidencial, muchos tránsfugas ya empiezan una vez más (desde su nuevo partido o desde el de siempre que ya no los llena) a buscar acomodo para lograr posición, salario y lo que aparezca, aunque no le sirvan al país para un ca…rambas.
Llegó, una vez más, el “viene, viene, viene”…
Son los chapulines. No tienen llenadero. Desde ahora, unos buscan candidaturas a las gubernaturas, a las presidencias municipales, diputaciones locales y alcaldías, pero también ¡a la Presidencia de la República!
En este último caso hay dos claros saltarines: Patricia Armendáriz, quien ya lleva militancia en tres instituciones PRI, PAN y Morena (hoy pareciera compitiera contra Claudia Sheinbaum) y Antonio Pérez Garibay, (famoso únicamente por ser el padre del corredor de carreras triunfador Sergio “Checo” Pérez), hoy diputado de representación proporcional, quien en otros tiempos fuera del partido Nueva Alianza y suspirante perdedor a la alcaldía de Guadalajara.
En los partidos ya se preparan para la infaltable estampida, mientras que por la crisis que vive, el guinda abrirá los brazos al que caiga, pero no necesariamente para ser candidato.
Y se irán, aunque como señalan los especialistas… “la traición, la indisciplina o el disentir partidista comienzan a ser recompensados, lo cual viene a desquebrajar la unidad partidista, debilitar su ideología, desplazar indebidamente a militantes y, por ello, defraudar a la base electoral de un partido. La falta de ideología de algunos políticos a los que sólo les interesa mantenerse en el poder es una de las causas del por qué la gente está harta de la política”.
Añade:
“Estas personas sin escrúpulos son capaces de abandonar a la ciudadanía que confió en ellos por medio de las urnas con tal de estar cerca de algo o alguien que les garantice no perder todos aquellos privilegios que conceden los cargos de elección popular. De esta manera, alguien que alguna vez dijo pertenecer a la derecha, de un día para otro se convierte en férreo defensor de la izquierda, o bien, alguien que siempre perteneció y defendió los postulados de la izquierda, de repente y con explicaciones simplistas, se cambia la camiseta a una posición más moderada. Es verdad que todos podemos cambiar de opinión y de manera de pensar, pero los compromisos adquiridos se deben de respetar y cumplir cabalmente. Cuando algún candidato sale a pedir el voto siempre lo hace bajo el amparo de un determinado partido (a menos que se trate de un candidato independiente)”.
SIN “CREDITO”,
PERO COBRANDO
En México, popularmente se dice que los chaqueteros no merecen crédito alguno. Muchos lo son. Una mayoría pertenece al oportunismo, a los saltimbanquis, a los tránsfugas, más comúnmente apodados en México como “chapulines”.
Y como siempre, de acuerdo a Víctor Alarcón Olguín, profesor-investigador titular “C” en el Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (Iztapalapa) y Flavia Freidenberg, doctora en Ciencia Política y Administración Pública por la Universidad de Salamanca, España, “…muchos de esos nuevos militantes, provenientes del ámbito local y regional, fruto de las fracturas generadas entre las élites políticas y empresariales, fueron los que consiguieron readaptar organizativamente al partido, moderarle programáticamente y así generarle mayores condiciones de competitividad en los estados, los municipios y la presidencia de la República”.
Otro investigador, Luis Efrén Ríos, en su trabajo “El Transfuguismo electoral en el sistema presidencial mexicano” expone:
“… el hacer política conlleva, si no siempre, sí la mayoría de las veces, el juego de las traiciones y lealtades; ergo, el problema del tratamiento legal del transfuguismo en cualquier caso enfrenta un círculo que lo atrapa: la traición es considerado un acto fundacional de la política liberal que expresa la flexibilidad, la adaptabilidad y el antidogmatismo, atributos necesarios para que el político mantenga los cimientos de una sociedad.
“El tránsfuga, por tanto, puede guiarse por su pragmatismo y la convicción de la necesaria defensa de sus derechos individuales junto con el loable propósito de mantener intactos sus valores democráticos, con lo cual el romper con quienes le proporcionaron los medios para su elección (dogmáticos y tiránicos ellos), y representar la opción e intereses de quienes son su base electoral, puede llegar a ser una conducta no solo lícita sino moralmente aceptable en un régimen plural. Gobernar es ante todo traicionar”.
Hace algunos años, el diputado Ernesto Vargas Contreras, del grupo parlamentario Encuentro Social presentó un proyecto de decreto para reformar el artículo 17 de la Ley Orgánica del Congreso General en el cual exponía:
“El transfuguismo empieza a tener mala reputación por los excesos e incongruencias. Cada candidatura comienza a estar sujeta al cálculo de irse o no del partido, de buscar o no otros colores partidistas, o bien, de vender o no el capital político que se tiene en un determinado partido para jugar en contra de los intereses partidistas para que otro se beneficie: dividir a su partido para que otro gane. Las candidaturas en el peor de los casos se comienzan a vender y los tránsfugas, por ende, obtienen en forma retribuida un beneficio ilegal a consecuencia de su deslealtad partidista”.
También decía:
“El transfuguismo político en México se erradicó durante casi todo el siglo XX por el autoritarismo de un grupo en el poder que sabía premiar la lealtad y castigar la indisciplina.
“Pero llegó un momento en que se hizo insostenible para el régimen operar con la línea presidencial, de tal manera que la disidencia se comienza a mostrar para dar cabida a los primeros transfugistas que ven en ella una opción democrática para promover el cambio político, pero ante todo la posibilidad real de obtener el poder por la vía de la oposición. Y, por ende: como el sistema ahora se ha hecho más competitivo, la traición, la indisciplina o el disentir partidista comienzan a ser recompensados, lo cual viene a desquebrajar la unidad partidista, debilitar su ideología, desplazar indebidamente a militantes y, por ello, defraudar a la base electoral de un partido”.
Asimismo:
“La falta de ideología de algunos políticos, a los que sólo les interesa mantenerse en el poder, es una de las causas del por qué la gente está harta de la política. Estas personas sin escrúpulos son capaces de abandonar a la ciudadanía que confió en ellos por medio de las urnas, con tal de estar cerca de algo o alguien que les garantice no perder todos aquellos privilegios que conceden los cargos de elección popular. De esta manera, alguien que alguna vez dijo pertenecer a la derecha, de un día para otro se convierte en férreo defensor de la izquierda, o bien, alguien que siempre perteneció y defendió los postulados de la izquierda, de repente y con explicaciones simplistas, se cambia la camiseta a una posición más moderada”.
HOY, LISTOS PARA LAS
ELECCIONES EN PUERTA
Pero no todo son las elecciones presidenciales. Los tránsfugas también se mueven en los otros comicios, sea para gubernaturas, alcaldías, regidurías, diputaciones locales y… lo que caiga.
En este año, no sólo están saltando los suspirantes a la Presidencia de la República (cuando aún faltan casi 29 meses), sino que ya se cambiaron de camiseta o están a punto de hacerlo para las próximas elecciones de junio en:
Durango, donde competirán por la gubernatura y 139 presidencias municipales, 39 sindicaturas y 327 regidurías. Las campañas del primero inician el 3 de abril hasta el primero de junio. Las otras el 13 del mismo mes hasta el 13 de junio.
Hidalgo, comicios por gubernatura, con campaña desde el 3 de abril.
Oaxaca, también la gubernatura y de igual manera el inicio de la campaña.
Quintana Roo, además de la gubernatura elegirá 15 diputados de mayoría relativa y 10 de representación proporcional. Para el primer caso será del 3 de abril al primero de junio y para los aspirantes a legisladores del 18 de abril en adelante.
Tamaulipas, la gubernatura con las mismas fechas de las demás para las campañas.
Otros chaqueteros, podrían irse también en el 2023, cuando habrá elecciones para gobernador en el Estado de México y en Coahuila.
Sí, los tiempos del transfuguismo otra vez se llevarán a cabo, como en cada ocasión en que, por ley se registran cambios en las posiciones para los ejercicios de los poderes ejecutivo y legislativo.