Peligra el Legislativo

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Aunque no es novedad que los legisladores del partido que se encuentra en el poder obedezcan al presidente de la República y traten de que las iniciativas enviadas transiten, la diferencia entre “antes y ahora” es la forma. Se negociaba con las oposiciones sin gritos y sombrerazos -bueno, en ocasión sí había hasta recuerdos del 10 de mayo-y, sin embargo, se procuraba y se había logrado, que el Poder Legislativo fungiera lo que es: un contrapeso al posible abuso de poder del Ejecutivo federal.

Bien decía Jesús Reyes Heroles que la forma es fondo, porque en la manera de pedir está el dar.

Hoy las reglas se han pulverizado y la bancada mayoritaria, la del partido oficialista conformada por Morena y sus satélites, ha convertido a uno de los TRES PODERES DE LA UNIÓN en empleado del Ejecutivo y recibe órdenes que contradicen el espíritu de la Constitución.

Desde el inicio de la LXIV Legislatura, que se instaló el primero de diciembre de 2018, se advirtió que tanto senadores como diputados del gobierno tenían una misión encomendada: sacar las reformas pedidas por el Presidente sin “cambiarles un punto una coma”. Y cual falderitos, atendían las instrucciones del amo.

En esa legislatura se aprobaron diversas reformas constitucionales no obstante el anuncio presidencial de que las presentaría hasta después de su tercer año de gobierno. Las oposiciones estaban mermadas y no tenían forma de contener el avasallamiento a que fueron sometidas.

En la LXV Legislatura Morena y sus satélites tienen que buscar la negociación con objeto de satisfacer al presidente de la República.

Con la discusión de la reforma eléctrica el “poder de poderes” se manifiesta sin rubor alguno. Ya lo dijo: “Mi propuesta es que se considere la iniciativa como la presentamos, que no haya modificaciones sobre todo en lo fundamental y en esa iniciativa de ley, de reforma la Constitución, va lo del litio, porque no se quiere hablar de eso”.

Insistir en su fórmula de que sus iniciativas están requetebién redactadas y apegadas a la Constitución, cuando es todo lo contrario, debilita aún más al Poder Legislativo.

Habría que recordarle al presidente de México que los diputados representan al pueblo y los senadores al Pacto Federal. No son sus empleados personales. Y ellos, los congresistas, están en falta con los electores. Es verdad: devastador discurso antes y durante campaña sumado al mal gobierno que terminaba, se convirtieron en la llave que apretó las tuecas. Ganaron los legisladores por la presencia del caudillo. La prueba irrefutable es que, en las pasadas elecciones, en la que no estuvo en la boleta como pretendía con la consulta popular para “juzgar a los expresidentes”, los diputados federales quedaron a deber con la ciudadanía y no les refrendó su confianza.

Proponer que la iniciativa eléctrica pase en sus términos y desoír a los juristas, internacionalistas, que conocen a fondo las consecuencias de violar el T-MEC, no es una razón de peso para debilitar al Congreso. Y al descalificar la opinión de Ricardo Monreal sobre el costo que representará cancelar contratos, con la afirmación de que “está desinformado porque no hay pérdidas, al contrario, gana el pueblo de México y cualquier diputado, cualquier senador, cualquier legislador debería estar pensando en lo que le conviene al pueblo, el único amo que tiene un servidor público es el pueblo, nada más y los únicos negocios que deben de importar a los funcionarios son los negocios públicos”. Un leño más a la hoguera en la que se quema uno de los PODERES de la Unión.

¿Y cuál es la razón para que el presidente no lo obedezca?

La pregunta no tendrá respuesta. Le incomoda saber que alguien más no comparte su forma de gobernar, de hablar, de ofender. 

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada.

Acerca de misionpo 41683 Articles
Noticias nacionales e internacionales. Investigación y reflexión política.