Turistas atestiguan el descenso de Kukulcán en Chichén Itzá
Tuvieron que pasar dos años para que el mundo pueda disfrutar de nuevo el descenso del Dios Kukulcán en la pirámide de El Castillo en Chichén Itzá. Las condiciones actuales de la pandemia de COVID-19 en Yucatán permitieron que miles de turistas pudieran ingresar a esta ciudad maya para ser testigos presenciales de este espectáculo legendario.
Aunque semanas atrás el Centro INAH de Yucatán advirtió que no se permitiría el acceso de visitantes en el equinoccio de primavera para evitar contagios, las gestiones de las autoridades estatales y la presión de empresarios del ramo turístico fueron vitales para el regreso al sitio prehispánico.
El fenómeno arqueoastronómico de luz y sombras se observó en su máximo esplendor a las 16:45 horas, en las escalinatas de la pirámide, mientras los asistentes aplaudían, celebraban y se cargaban de energía del sol.
De acuerdo con cifras del Patronato Cultura, más de 9 mil personas ingresaron a la zona arqueológica en esta jornada, quienes fueron testigos de cómo Kukulcán descendió para fertilizar la tierra, en una de las fechas más importantes del calendario de cosechas de la civilización maya.
El director de esta dependencia estatal, Mauricio Díaz Montalvo, declaró que el hecho de que se permitiera el ingreso de visitantes a disfrutar del equinoccio de Chichén significa que la reactivación económica de Yucatán va en buen camino luego de las afectaciones de la pandemia.