Crea la 4T un Gobierno “Pejista”

ALBERTO F. MENA MALLEN

México dejará de ser una república presidencialista, federal y democrática con la implementación del gobierno morenista de la 4T, ya que Andrés Manuel López Obrador, quiere implementar un gobierno pejista, similar al de Venezuela con el chavismo, al de Cuba, con Fidel Y ahora también el orteguismo en Nicaragua. Y quiere dejar atrás al neoliberalismo que permitió a México crecer y ser una de las naciones mayormente respetada en el mundo. Su promesa de candidato de crear una socialdemocracia, al parecer quedó atrás.

Claro que el capitalismo exacerbado con su neoliberalismo exagerado tiene muchos inconvenientes, tal y como lo vimos en sexenios anteriores, con el priismo y el panismo, con una corrupción exponencial y la impunidad a todo lo que da y por ello, millones de mexicanos votamos para que se de un cambio de sistema y tal vez de gobierno, que permita una mayor distribución de la riqueza, pero no queremos un sistema ruso, ni venezolano, ni cubano que impida las libertades a los ciudadanos, tal y como acontece actualmente en Ucrania, donde sus ciudadanos han afirmado que no quieren perder sus libertades y por eso luchan contra los rusos.

Ahora, con las gracejadas del primer mandatario, comenzaron las burlas a nivel internacional y no se diga al interior del territorio nacional, donde siguen aumentando los memes en las redes sociales referidos al tabasqueño y su gobierno, mientras se defiende al asegurar que la mafia en el poder lo quiere derrocar, pero no se da cuenta el primer mandatario, que sus políticas autoritarias, totalitarias y de austeridad están lastimando a muchos ciudadanos que, aunado a la pandemia y ahora la guerra de Ucrania y Rusia, nos volveremos más pobres de lo que ya estamos. O tal vez si se da cuenta, pero quiere su gobierno “pejista”, donde él sea el único.

Además, sus promesas de combatir a la corrupción, la impunidad, la violencia que ocasiona a miles de muertos y de personas desplazadas de sus localidades aumentan sin que se les ponga un freno que impida que haya más pobres, viudas, huérfanos, familias divididas y otras sin integrantes y que el presidente todo lo vea bien, muy bien al asegurar con frecuencia que estamos muy felices con la 4T, donde solo los chicharrones del jefe del ejecutivo truenan.

Él quedó en que si el pueblo quiere castigar a los expresidentes, lo haría, pero no hay visos de ello; quedó en resolver lo de Aytozinapa y nada se sabe hasta ahora; quedó en castigar la corrupción y la impunidad y aún no hay quien lo pague; afirmó que reduciría la violencia, y cada día aumentan las ejecuciones y las desapariciones, así como los desplazados de comunidades que son asoladas por delincuentes; y aún no existen castigos por lo de la Línea 12 del Metro, entre otras muchas promesas.

Y no hay que olvidar la inflación que, se podrá argumentar que es a nivel internacional, pero que sus políticas públicas, particularmente las económica, han permitido tener, quizá en un equilibrio macroeconómico, pero que comenzó a destrozar la economía familiar. Y las familias tienen que pagar más por los productos, aunado a un sistema de salud pésimo que no ayuda en nada a quienes padecen enfermedades o requieren de una intervención quirúrgica y que por ello tienen que gastar lo poco que puedan ahorrar o endeudarse de por vida, ante los altos costos de la medicina privada. Y eso no lo ve el presidente o se hace de la vista gorda.

Recordé los viejos tiempos, con el famoso “Chiras Pelas” que se utilizaba en el juego de las canicas, así acontece ahora con el presidente y su 4T. Resulta que él quiere eliminar a todos los que no concuerdan con sus deseos y políticas para transformar al país, y él quiere ser el único ganador del juego sexenal. Quiere meter la canica en el agujero para ser el invencible y quedar como único triunfador del sexenio, pero se olvida de que todos los mexicanos participamos en éste y que queremos que todos ganen y estemos contentos.

Primero, hay que explicar en qué consistía el juego de las canicas y del Chiras Pelas y donde se explica adecuadamente es en la página web del México de mis recuerdos:

El juego de canicas tiene muchas variaciones, por época, pueblo, país, etc. y según el juego, eran las reglas. La forma en que lo jugábamos nosotros tenía muchas reglas, y a cada regla se asociaba una frase, como “Chiras Pelas”

Pero ¿cómo jugábamos?: Lo tradicional era jugar en un campo de tierra. Se pintaba una raya en el piso, y esta era la salida. Todos los jugadores, parados “Atrás de la Raya”, usaban su “tirito”, o sea, su canica favorita.  Tiraban tratando de acercarse al “Hoyito”, un agujero poco más grande que el tamaño de una canica que estaba a unos tres metros de la raya.

La finalidad del juego era eliminar a todos los oponentes. La forma más sencilla era meter tu canica en el hoyito, con lo cual obtenías el poder de matar a cualquier oponente con solo pegarle.  Las frases usadas eran entonces: “Entrus” cuando la metías en el hoyo, “Las traigo”, para indicar que podías matar a otros y, “Pelas” cuando matabas a un oponente.

Cuando esto pasaba, quedabas fuera del juego hasta que solo quedara un vencedor. Por supuesto que cada que un jugador quedaba pelas, pagaba con una canica al que lo mataba y, al final, todos pagaban otra canica al que quedaba vencedor.

Cuando te iban a tirar para matar, tenías la opción de decir “Chiras Pelas”, antes de que tirara. Esto significaba que si al tirarte a ti, le pegaba al mismo tiempo a dos jugadores, hacia “Chiras” y por tanto él era el que quedaba “Pelas”.

Había otra forma de matar a tus oponentes, cuando “No Las Trais”. Si le pegabas a un oponente y lo hacías cruzar la “rayita” entonces también estaba muerto. Si al tirar, tu salías de la raya y el no, el muerto eras tú. Pero esto también tenía sus variaciones. Podías pedir “Hay Palomas y Calacas”. Esto significaba que, si tu canica salía, pero la del oponente no, quedabas muerto tú, pero si salían las dos, los dos se morían.

Existían muchas más reglas, como “pinta tu raya”, “Altas en sus rodillas”, “Bajas”, “Altas y bien paradas”.  Casi todas las reglas suenan a doble sentido. Cuando yo jugaba no me daba cuenta de eso, pero ahora que lo escribo… Yo era de los que siempre regresaba a casa sin canicas. Mi hermano mayor, salía solo con una canica y regresaba con las bolsas llenas. Ah, y había que tirar de “huesito”, porque solo las niñas tiraban de “uñita”.

López Obrador quiere ser el hermano, mientras que el pueblo será el que describe el juego. El presidente desea que sus propuestas sean implementadas en nuestro país para tener un estado que nos distinga al que existió en años atrás y que no sea el neoliberalismo el que predomine, tal y como ha sucedido con gobiernos panistas y priistas. Pero veremos hasta dónde llega.

fermallen@gmail.com

 

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