El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, aseguró que si las negociaciones con Rusia no llegan a buenos términos significaría el inicio de la Tercera Guerra Mundial pues se deberá responder a la invasión que comenzó desde el pasado 24 de febrero.
Durante una entrevista transmitida por la cadena de noticias estadounidense CNN, Zelensky destacó que se encontraba “listo para negociar” con Vladimir Putin ya que “sin negociaciones no podremos terminar con esta guerra”.
En ese sentido, ante la invasión de Ucrania por el ejército ruso, Zelensky detalló que se deben utilizar todos los formatos así como todas las posibilidades de negociación con Putin.
“Si estos intentos fallan, eso significaría que se trata de una Tercera Guerra Mundial”, expresó Zelensky, cuyo gobierno ha cifrado las bajas tropas rusa en más de 14 mil.
“Es hora de reunirnos. Es hora de hablar. Es hora de restaurar la integridad territorial y la justicia para Ucrania”, añadió durante su entrevista.
Cabe destacar que el ejército ruso bombardeó este domingo una escuela de arte donde se refugiaban unas 400 personas en la ciudad asediada de Mariúpol, según las autoridades ucranianas. El presidente de Ucrania dijo que el asfixiante asedio ruso a la ciudad portuaria se recordaría durante siglos.
Era la segunda ocasión en menos de una semana en la que las autoridades municipales informaban de un ataque a un edificio público donde se habían reunido civiles para refugiarse de los ataques. Una bomba golpeó el miércoles un teatro de Mariúpol donde se cree que había mil 300 personas, según las autoridades.
Las autoridades ucranianas no han dado información sobre la búsqueda en el teatro desde el viernes, cuando dijeron que al menos 130 personas habían rescatadas.
La ciudad estratégica lleva tres semanas rodeada por tropas rusas que la bombardean sin cesar, y se ha convertido en un símbolo del horror de la invasión rusa en Ucrania. Las autoridades locales dicen que el asedio ha cortado los suministros de agua y energía y matado al menos 2.300 personas, algunas de las cuales tuvieron que ser sepultadas en fosas comunes. La comida, el agua y la calefacción escasean.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, aseguró que si las negociaciones con Rusia no llegan a buenos términos significaría el inicio de la Tercera Guerra Mundial pues se deberá responder a la invasión que comenzó desde el pasado 24 de febrero.
Durante una entrevista transmitida por la cadena de noticias estadounidense CNN, Zelensky destacó que se encontraba “listo para negociar” con Vladimir Putin ya que “sin negociaciones no podremos terminar con esta guerra”.
En ese sentido, ante la invasión de Ucrania por el ejército ruso, Zelensky detalló que se deben utilizar todos los formatos así como todas las posibilidades de negociación con Putin.
“Si estos intentos fallan, eso significaría que se trata de una Tercera Guerra Mundial”, expresó Zelensky, cuyo gobierno ha cifrado las bajas tropas rusa en más de 14 mil.
“Es hora de reunirnos. Es hora de hablar. Es hora de restaurar la integridad territorial y la justicia para Ucrania”, añadió durante su entrevista.
Cabe destacar que el ejército ruso bombardeó este domingo una escuela de arte donde se refugiaban unas 400 personas en la ciudad asediada de Mariúpol, según las autoridades ucranianas. El presidente de Ucrania dijo que el asfixiante asedio ruso a la ciudad portuaria se recordaría durante siglos.
Era la segunda ocasión en menos de una semana en la que las autoridades municipales informaban de un ataque a un edificio público donde se habían reunido civiles para refugiarse de los ataques. Una bomba golpeó el miércoles un teatro de Mariúpol donde se cree que había mil 300 personas, según las autoridades.
Las autoridades ucranianas no han dado información sobre la búsqueda en el teatro desde el viernes, cuando dijeron que al menos 130 personas habían rescatadas.
La ciudad estratégica lleva tres semanas rodeada por tropas rusas que la bombardean sin cesar, y se ha convertido en un símbolo del horror de la invasión rusa en Ucrania. Las autoridades locales dicen que el asedio ha cortado los suministros de agua y energía y matado al menos 2.300 personas, algunas de las cuales tuvieron que ser sepultadas en fosas comunes. La comida, el agua y la calefacción escasean.