El ejército ruso, considerado uno de “los más poderosos del mundo” y que ha encontrado férrea resistencia en su intento por tomar Kiev durante la invasión a Ucrania, aceptará a los combatientes “voluntarios”.
Fue el mismo presidente Vladimir Putin quien dio a conocer que aprobó la incorporación.
El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dio que Moscú tenía conocimiento de “más de 16 mil solicitudes” de países de Oriente Medio, muchas de ellas de gente que, según afirmó, ayudaron a Rusia frente al grupo extremista Estado Islámico, de acuerdo con una transcripción del Kremlin.
Quieren “tomar parte en lo que consideran un movimiento de liberación“, afirmó Shoigu, desde las regiones separatistas del este de Ucrania, respaldadas por Rusia.
Desde 2015, las fuerzas de Moscú han apoyado a las del presidente de Siria, Bashar al-Assad, en su lucha contra varios grupos contrarios a su gobierno, incluyendo la milicia radical EI.
Putin dijo a Shoigu que Rusia debería ayudar a los posibles voluntarios a “llegar a la zona de combate”, y los comparó con lo que calificó de “mercenarios” extranjeros que luchan para Ucrania.