El Museo Nacional de Irak, en Bagdad, reabrió sus puertas el lunes tras tres años de cierre debido a la pandemia y al contexto político.
En este primer día de apertura, turistas turcos, expatriados occidentales y visitantes iraquíes pudieron admirar vestigios de 2 mil 500 años de antigüedad, antiguas puertas de madera y otras piezas islámicas del siglo IX, constató un periodista de la AFP.
«Hemos esperado mucho tiempo, hace cuatro años que teníamos previsto venir aquí», cuenta entusiasmada Tijen Kayralci, de 65 años, de un grupo de turistas procedentes de Turquía.
Fundado en 1926 para explicar 5 mil años de historia de Mesopotamia, el museo cuenta en su colección con tablas cuneiformes y con dos impresionantes lamasus, toros mitológicos con alas, encontrados en los restos arqueológicos de Nimrud.
El domingo, el primer ministro iraquí, Mustafá al Kazimi, «inauguró» el museo tras las «obras de restauración y mantenimiento en sus salas».
«Estuvo cerrado unos tres años, debido a las manifestaciones y por razones de seguridad», dijo el lunes a la AFP el director del Consejo iraquí de Antigüedades y Patrimonio, Laith Majid Hussein, en alusión a la revuelta antigubernamental de 2019. «Luego vino la pandemia del coronavirus», agregó.
El establecimiento había reabierto oficialmente sus puertas en 2015, más de una década después de los saqueos perpetrados en 2003, durante el caótico período que siguió a la caída del régimen de Sadam Husein.
De las 15 mil piezas robadas entonces, las autoridades consiguieron restituir un tercio al museo, considerado antes de 2003 como uno de los más ricos del mundo.