MIRZA FLORES GÓMEZ*
El desarrollo de la ciencia en nuestro país debe de ser un tema que tiene que estar introducido en la agenda política en materia de igualdad entre mujeres y hombres, es por esto que desde el poder legislativo se planea impulsar de forma permanente la participación equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas de nuestro país.
El pasado 11 de febrero se celebró a nivel mundial el Día Internacional de la Mujer y de la Niña en la Ciencia. La Organización de la Naciones Unidas (ONU) sostiene que la ciencia y la Igualdad de Género son vitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Así mismo, debemos de recordar que el empoderamiento de la mujer en las sociedades ha traído benéficos muy importantes en muchos aspectos, pero primordialmente en el desarrollo económico mundial. Es prioridad que nuestro país de manera contundente tome cartas en el asunto.
El que tengamos solo 8 años para cumplir con los 17 ODS que la ONU ha marcado como plan maestro para conseguir un futuro sostenible, es alarmante; las políticas públicas, las decisiones en los altos mandos deben de cambiar para que, por fin exista un beneficio y se obtenga el desarrollo óptimo en toda la estructura de población en nuestro país.
México, desde la entrada del actual gobierno ingresó en una severa crisis en la inversión en la rama del conocimiento científico; el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) que fue creado por un acuerdo presidencial en 1984 tuvo la misión de reconocer el trabajo de todas las personas dedicadas a elaborar conocimiento en tecnología y ciencia.
De igual modo, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), que es el organismo encargado de administrar y distribuir los fondos para la producción de conocimiento científico, se encuentra en un retroceso en su actuar, ya que los apoyos para proyectos de investigación que a final de 2017 eran de 2,700, pasaron para 2021 a solo 108 apoyados por el gobierno.
Actualmente, en nuestro país existen pocas mujeres que se dedican a la física, las matemáticas o a la ingeniería. En la Universidad Nacional Autónoma de México el porcentaje del alumnado femenino que estudia esas ciencias es del 20%. De igual manera, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) muestra que en la actualidad solo 22.4% de miembros son del sexo femenino.
A pesar de que en el año de 2020 la Cámara de Diputados aprobó el dictamen donde se establece la política nacional en materia de igualdad entre mujeres y hombres para fomentar el desarrollo, participación y reconocimiento, de las mujeres en la ciencia y la tecnología, nuestra realidad social es muy distinta.
El poder ejecutivo no ha asumido, como la prioridad que es, la generación de políticas públicas dirigidas a cumplir y atender en todo momento las demandas de la sociedad, velando por el interés de la igualdad entre mujeres y hombres.
Los presupuestos que históricamente se han dado, han ido a la baja desde el final del gobierno anterior encabezado por Enrique Peña Nieto; los paquetes económicos desde 2018 al actual, han tenido una tendencia muy marcada en hacer mega obras de infraestructura, seguir con programas sociales, el apoyar a PEMEX o el consolidar la Guardia Nacional teniendo un estandarte de prioritarios para la gestión del gobierno actual.
Debemos recordar que la Ley General de Educación en su artículo 119 considera que:
“El monto anual en términos de la ley que el Estado destine al financiamiento en educación pública y en los servicios educativos garantizando la accesibilidad y la gratuidad en la educación, no podrá ser menor al equivalente del 8% del producto interno bruto del país. De este monto, se destinará al menos el 1% del producto interno bruto al gasto para la educación superior y la investigación científica y humanística, así como al desarrollo tecnológico y la innovación en las instituciones públicas de educación superior”.
Si bien en el 2022, el presupuesto asignado tuvo un considerable aumento, estamos todavía por debajo del último presupuesto ejercido por el gobierno anterior, lo que ha ido dificultando que se pueda seguir con el apoyo de los investigadores e investigadoras científicos de nuestro país, provocando que no se logren alcanzar los numero óptimos donde a las mujeres se les facilite acceder a este espacio con mayor proporción para crear el impacto real que las ODS ha propuesto para tener un óptimo crecimiento sostenible.
Para concluir, la tarea que se tiene desde el poder legislativo es muy importante, ya que el rezago existente en las ciencias en materia de igualdad entre mujeres y hombres es muy grande, necesitamos impulsar que nuestras mujeres y niñas logren consolidar su sueño en el ámbito de la ciencia y tecnología ya que, claramente, al poder ejecutivo simplemente no le ha interesado invertir en este tema. México necesita ampliar el gasto en ciencia y tecnología en los tres niveles de gobierno para llegar a la meta del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) que se debe de invertir en este tema, como lo establecen las diferentes normativas.
*Diputada Federal
