*Y Hace Años ahí Había Flameros Quemando gas y Contaminando la Capital del País
*Hoy, es una de las más Reconocidas Áreas Ecológicas del Territorio
*Sí, es lo que por Décadas se Denominó la “Refinería de Azcapotzalco y hoy…
*Hoy las Familias Juegan, Andan en Bicicleta, Patineta, Triciclo, van al Circo o a una Feria
SUSANA VEGA LÓPEZ
Era una mega estructura monstruosa, gigante, impresionante, con unos flameros encendidos día y noche para quemar el gas que se escapaba; tuberías por todos los pasillos que llevaban a tanques de almacenamiento; un movimiento de gente trabajadora impresionante durante el día y la noche. Ahora, este predio de 55 hectáreas es un área ecológica de recreación donde se encuentra la única chinampa fuera de Xochimilco: el Parque Bicentenario.
Llevó el nombre de Refinería 18 de marzo en honor al Día la Expropiación Petrolera y funcionó durante 60 años como tal. Aunque muchos afirman que está en Azcapotzalco, la verdad es que se encuentra dentro de la alcaldía Miguel Hidalgo, en la avenida 5 de mayo 290, en San Lorenzo Tlaltenango.
Es considerado el segundo espacio más grande de convivencia natural de la Ciudad de México donde las familias pueden hacer su día de campo, jugar, andar en bicicleta, patineta, triciclo, o sencillamente caminar o correr por los pasillos ex profeso, acudir al circo y disfrutar de una feria.
Este parque está dividido en cinco áreas: natura, agua, viento, tierra y sol. Cuenta con un jardín botánico, tres invernaderos que arropan tres ecosistemas de la República Mexicana y un orquidiario que cuenta con más de 75 especies.
Tiene cinco canchas de volibol; dos de esas canchas son de arenal lo que representa un gran atractivo para los jóvenes quienes disfrutan incansablemente sus juegos. Cuando las cuatro canchas de basquetbol se ocupan, los asistentes se organizan para hacer las famosas retas.
La única cancha de futbol rápido que se encuentra es bastante demandada pues llegan jugadores con su equipo, aunque también se forman de manera improvisada y se coordinan para poder ganar.
En las áreas para comer se encuentra mesas y bancas donde amigos, novios y familias enteras se reúnen para degustar lo que previamente se preparó, aunque algunos prefieren llegar a hacer las tortas o los sándwiches para que todos colaboren y la convivencia sea más estrecha. Otros más optan por comer en las áreas verdes.
A lo largo del parque se encuentran varios ecosistemas: bosque tropical perennifolio, cosque mesófilo de montaña, desierto, matorral xerófilo, bosque de coníferas, bosque de encinos y bosque tropical caducifolio. Además, un lago artificial con extensión superior a las cuatro hectáreas.
Se aprecia una carpa de circo y juegos mecánicos como la rueda de la fortuna, un carrito llamado gusano que va corriendo sobre vías tipo montaña rusa, un carrusel con sus caballitos y más.
Uno de los corredores exhibe las calaveras decoradas que antes estuvieron en Paseo de la Reforma. La gente disfruta y se toma fotos y selfis de estos cráneos multicolores que a todos llama la atención.
Al Parque Bicentenario se puede llegar en automóvil y dejarlo en el estacionamiento para lo cual se deberá pagar 30 pesos si asistes de martes a viernes; los sábados y domingo la cuota es de 50 pesos. La entrada a pie es gratuita. Cerca se encuentra la estación Refinería, de la línea 7 del metro.
Por auto se recomienda tomar Circuito Interior, salir en Marina Nacional, entroncar con Legaria para tomar la avenida Aquiles Serdán misma que cruza con la avenida 5 de Mayo donde se encuentra el Parque Bicentenario.
UN POCO DE
HISTORIA
En 1933 la compañía El Águila puso en operación una refinería. Entonces era un área despoblada del Valle de México. Tres años después, en 1936, se da la Ley de Nacionalización Petrolera y dos años después, en 1938, el presidente Lázaro Cárdenas expidió el Decreto de Expropiación del Petróleo por lo que los terrenos pasan a manos del gobierno. En 1946, durante la administración del presidente Manuel Ávila Camacho, Petróleos Mexicanos (Pemex), inauguró la entonces nombrada Refinería 18 de Marzo.
Durante décadas se convirtió en un espacio altamente contaminante y hasta peligroso. Cuentan que cuando explotaba alguno de los ductos por diversos motivos, el controlarlo era difícil por lo obsoleto del equipo que no se daba abasto para apagar el fuego. Entonces no se contaba con un buen equipo para controlar los siniestros. En la mayoría de las ocasiones era necesario que intervinieran bomberos de otras delegaciones, ahora alcaldías.
Por orden del presidente Carlos Salinas de Gortari emitida en 1991 la refinería fue cerrada el 18 de marzo, cuando dejó de llegar el crudo de Minatitlán. Durante 16 años el terreno quedó inutilizado. Los trabajos para restaurarlo duraron alrededor de tres años. Se echó mano de lo último en tecnología para dejarlo libre de cualquier sustancia contaminante (bio-remediación, biopilas, extracción de vapores, por citar algunas).
En 2010 se concluyó la primera sección del Parque Bicentenario y fue que se inauguró no obstante que continuaron los trabajos dos años más. Atrás quedó la gasolina, el keroseno y el gas doméstico; ahora, se calcula que alrededor de 55 mil personas a la semana visitan este lugar que, con olor a tierra mojada y aire fresco, invoca a la libertad en estos tiempos de semáforo epidemiológico.
Niños y adultos experimentan la sensación de rodar sobre pequeñas colinas, al tiempo que los gritos y las risas florecen.
