Ante el aumento de la tensión entre el conflicto de Rusia y Ucrania, la aerolínea holandesa KLM dio a conocer que todos sus vuelos en el espacio aéreo ucraniano se suspenderían hasta nuevo aviso debido a un cierre por parte del gobierno.
Esto debido a que el pasado sábado, un avión ucraniano de SkyUP que volaba de Madeira (Portugal) a Kiev tuvo que aterrizar en Chinisau (Moldavia) después de que el propietario del avión se le prohibiera al entrada en el espacio aéreo ucraniano.
Ante esto, el gobierno de Ucrania dio a conocer que no se cerrará el espacio aéreo a viajes internacionales pese a las advertencias estadounidenses de que las tropas rusas, en maniobras cerca de la frontera, pueden invadir su territorio en cualquier momento
«El cierre del espacio aéreo es un derecho soberano de Ucrania y no se ha tomado ninguna decisión en este sentido», agregó el comunicado del ministerio tras una reunión a la que asistieron funcionarios de la presidencia, de los aeropuertos y de las aerolíneas ucranianas.
De acuerdo con el Ministerio ucraniano, la mayoría de las compañías aéreas siguen operando, y subrayan que actualmente 29 aerolíneas internacionales realizan vuelos desde 34 países.
El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, informó tras una reunión del gabinete de ministros de que se aprobó una dotación de casi 600 millones de dólares «para garantizar la seguridad de los vuelos en Ucrania para las compañías de seguros y arrendamiento».
En la industria aérea aún se recuerda muy bien la tragedia ocurrida en 2014 cuando el vuelo MH17 de Malasia Airlines, con 298 personas a bordo, fue derribado en el este de Ucrania por un misil ruso Buk disparado desde territorio separatista prorruso, según las evidencias presentadas en el juicio que se celebra en Países Bajos.