El presidente de EU, Joe Biden, recibirá el 7 de febrero en la Casa Blanca al canciller de Alemania, Olaf Scholz, con quien prevé conversar sobre sus esfuerzos para “impedir más agresiones rusas contra Ucrania”, informó la Casa Blanca en un comunicado.
La reunión Biden-Scholz se producirá en un momento en el que los dos países siguen divididos en algunos puntos sobre cómo responder ante una posible invasión rusa en Ucrania después de que Moscú movilizara a unos 100,000 soldados cerca de las fronteras ucranianas.
Según la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, los dos líderes conversarán sobre su “compromiso compartido tanto con la diplomacia como con los esfuerzos conjuntos para impedir más agresiones rusas contra Ucrania”.
También reafirmarán los “profundos y duraderos lazos” entre las dos naciones y abordarán otros temas como la pandemia de Covid-19, la crisis climática y la necesidad de promocionar “prosperidad económica y seguridad internacional” con base en los valores democráticos que comparten.
Biden y Scholz siguen apostando por la vía diplomática, pero Estados Unidos considera necesario suministrar armamento a Ucrania, algo con lo que no está de acuerdo Alemania, que se escuda en su historia y su papel durante la Segunda Guerra Mundial.
En concreto, el gobierno de Biden ha aprobado un paquete de ayuda militar de 200 mdd para Kiev y, además, ha dado el visto bueno para que tres países bálticos -Lituania, Letonia y Estonia- entreguen a Ucrania armamento fabricado en Estados Unidos.
Por su parte, el sucesor de Angela Merkel, canciller entre 2005 y 2021, ha apostado por revivir las negociaciones en el llamado “formato de Normandía”, grupo formado por Francia, Alemania, Ucrania y Rusia y que se creó para tratar el conflicto de los separatistas prorrusos de la región del Donbás (este de Ucrania).
Las reuniones del Grupo de Normandía se retomaron esta semana en París, a escala de expertos y consultores, y consiguieron por primera vez en dos años hacer una declaración conjunta en la que los cuatro países se comprometieron a reducir las diferencias que les separan en torno a Ucrania.
Más allá de esos temas, sobre la mesa en la reunión de Biden y Scholz también puede que esté el gasoducto Nord-Stream 2, que busca transportar gas natural ruso directamente a Europa Occidental esquivando Ucrania y cuyo proceso de certificación se encuentra paralizado por lo que no ha empezado a funcionar.
Miembros del partido de Biden en el Congreso han pedido al presidente que imponga sanciones sobre ese gaseoducto para que no pueda empezar a funcionar en caso de que Rusia invada Ucrania.
Berlín se ha mostrado más reticente, aunque este mismo mediodía la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, afirmó que las “consecuencias” que deberá afrontar Rusia en caso de agresión a Ucrania incluyen Nord-Stream 2.