Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón
Los números son fríos, sin embargo, son confiables, no mienten. Nada como los números para conocer la realidad de un país o del mundo. Los números no aceptan explicaciones, ni excusas y en materia de empleo menos sobre todo cuando la recuperación de la actividad económica depende en gran medida de la contención del Covid-19. “Cada nuevo brote, trae retrocesos”, advierte la Organización Internacional del Trabajo.
Hace unos días la OIT publicó el informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2022, documento en el que detalla los efectos de la crisis COVID-19 en la actividad laboral mundial.
De acuerdo con este organismo internacional debido al peso que la pandemia de Covid-19 tuvo en la economía mundial, la recuperación plena y equilibrada de los mercados del trabajo se ha visto seriamente afectada lo que ha generado que las previsiones de recuperación que se tenían para el presente año no se cumplan, por el contrario, se proyecta la reducción de 52 millones de empleos con respecto al último trimestre del 2019.
La proyección estimaba para 2022 una pérdida de 26 millones de puestos de trabajo a tiempo completo, sin embargo, en el año que ha comenzado el número de horas trabajadas será 2% menos que antes de la pandemia debido a los efectos de la crisis sanitaria.
El organismo internacional estima que para el presente año el número total de desempleados en el mundo llegará a 207 millones y que las principales afectadas serán las mujeres. Prevé que la tasa de empleo para este sector de la población será 1.8 puntos porcentuales inferior a la de 2019, mientras que para los hombres la tasa será de 1.6 puntos.
Para Latinoamérica la situación no es mejor, el informe de la OIT indica que la recuperación del mercado regional del trabajo irá por detrás del crecimiento económico (con respecto al periodo prepandemia). No se espera que los niveles de empleo lleguen a los niveles donde se encontraban en 2019.
Como en todas las crisis los más afectados son los que menos tienen. Según la OIT, La reducción del empleo ha afectado más a aquellos trabajadores que laboran en las pequeñas empresas, generalmente son personas jóvenes, con escasa preparación, mujeres y los migrantes.
La prolongación de la pandemia sigue generando incertidumbre sobre la generación del empleo, las previsiones hechas por los especialistas sobre incrementos en la oferta de trabajo se vienen abajo, de ahí la importancia de mantener las medidas disciplinarias recomendadas por el sector salud.
El uso del cubrebocas, la sana distancia, las vacunas y evitar reuniones masivas no es un capricho, ni moda. La orientación política que el presidente Andrés Manuel López Obrador le ha dado a la pandemia en nada ayuda a enfrentar las secuelas económicas que genera.
La advertencia de la OIT respecto a que cada nuevo brote trae retrocesos en la economía, debe ser tomada en cuenta por todos los mexicanos. Seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias evitará contraer el virus, la generación de nuevas variantes, de nuevas olas, hoy por hoy, la conservación de empleos y la generación de más depende de nuestra actitud ante la pandemia.
