La Coordinadora Nacional de Nueva Izquierda, del PRD, Verónica Juárez Piña, sostuvo que la declaración del Presidente de la República en el sentido de que tiene un testamento político en el supuesto de que sus problemas de salud se agudicen, es un gesto autocrático, que pretende pasar por encima de los mecanismos establecidos en la Constitución de la República, en caso de ausencia física definitiva del titular del Ejecutivo Federal.
Al anunciar su recuperación por segundo contagio de Coronavirus, y luego de salir de una atención médica programada, el Presidente afirmó: “Yo tengo un testamento político, no puedo gobernar un país en un proceso de transformación, no puedo actuar con responsabilidad, además con estos antecedentes del infarto, la hipertensión, mi trabajo que es intenso, sin tener en cuenta la posibilidad de una pérdida de mi vida, ¿cómo queda el país?, tiene que garantizarse la gobernabilidad, entonces tengo un testamento”.
Al respecto, la excoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez, acotó que la gobernabilidad del país la garantiza el respeto a la Constitución de la República. Pretender subordinar la Carta Magna a un “testamento político”, dijo, “es desconocer el Estado de Derecho y las vías democráticas que el Estado Mexicano y la sociedad, se han dado desde el surgimiento de la Nación”.
“La previsión de las medidas a aplicar en caso de ausencia del Presidente de la República ya estaban contempladas, al menos, desde la Constitución de 1824 y fueron perfeccionadas con la Reforma Político-Electoral de 2014”, recordó.
En tanto que, precisó, el artículo 84 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, es decir, la Carta Magna vigente, apunta: “En caso de falta absoluta del Presidente de la República, en tanto el Congreso nombra al presidente interino o substituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a sesenta días, el Secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo”; y define todo un proceso, con distintos escenarios, para suplir la ausencia física definitiva del Presidente en turno.
“Así que, pretender imponer un testamento político, no es más que un gesto autocrático, entendiéndose autocracia como un régimen político en el que una sola persona gobierna sin someterse a ningún tipo de limitación y con la facultad de promulgar y modificar leyes a su voluntad, resaltó la exlegisladora federal por Jalisco.
“El Presidente de la República debería tomarse más en serio su cargo y asumir plenamente su responsabilidad para recuperar la gobernabilidad del país, en particular en amplias regiones azotadas por la violencia, en lugar seguir obsesionado con darle continuidad a su movimiento político más allá de su mandato de seis años”, señaló.
Es el caso también de los asesinatos de periodistas. Tan solo en enero de este año ya han sido ultimados 3, dijo Juárez Piña, quien aprovechó para expresar su solidaridad con los deudos de Lourdes Maldonado, periodista asesinada el día de ayer en Tijuana y que había acudido al Presidente de la República por protección.
“La historia nacional nos enseña que la sociedad mexicana ha alcanzado la madurez suficiente como para sostener los avances democráticos, la pluralidad y romper con ambiciones de eternizarse en el poder; pretender pasar por encima de la Constitución, sí pone en riesgo la gobernabilidad del país”, concluyó.