Tras arrancar las precampañas electorales, precandidatos de diversos partidos a los gobiernos buscan blindarse para evitar incurrir en irregularidades en los gastos de precampaña.
Los aspirantes a gobernador tienen un antecedente grave, que el año pasado el Instituto Nacional Electoral (INE) resolvió retirar las candidaturas de dos morenistas por no presentar sus fiscalizaciones. Se trató de Félix Salgado Macedonio por Guerrero y Raúl Morón Orozco por Michoacán.
Ante eso, por ejemplo, el senador Salomón Jara Cruz, precandidato al gobierno de Oaxaca, interpuso una impugnación en la que se consulta a cuáles son los actos de precampaña que puede llevar a cabo en Oaxaca, durante esa etapa del proceso electoral, quien se registre como precandidato único de Morena.
Los precandidatos del PAN han tenido cursos específicos para la presentación de sus gastos y la debida fiscalización de recursos.
PRI y PRD también han endurecido los procesos de fiscalización de sus aspirantes a cargos populares con la presentación de informes semanales o cada 15 días, con la finalidad de evadir sanciones, incluso económicas.
Los precandidatos también deben haber reportado todos sus gastos durante la precampaña, por menores que sean, ante la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral, que es la encargada de revisar que los reportes sean auténticos e indagar si cuadran con los gastos.
El año pasado, el INE puso mano dura en la fiscalización de recursos por parte de partidos, precandidatos y candidatos, debido a una reforma que endureció las sanciones contra quienes no reporten sus gastos, incluso con el retiro de candidatura.
