Desde Veracruz, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal anunció que no cesará en su lucha para que en el estado se derogue el delito de ultrajes a la autoridad por lo que acudirá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que agilice la resolución de las dos acciones de inconstitucionalidad presentadas por este delito.
En conferencia a las afueras del penal de Pacho Viejo, Veracruz, a donde acudió para visitar al secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, José Manuel del Río, y a acercarse a los familiares de las personas detenidas injustamente, Monreal dijo que, al no tener el respaldo del Congreso local para derogar las penas de ese delito, irá a la Corte para tratar este asunto con el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo y también a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
“Vamos a ir a la Corte para solicitarle la agilización de la resolución de esta acción de inconstitucionalidad. Hay dos acciones, una presentada por la minoría del Congreso y otra por la Comisión estatal de Derechos Humanos; sí hay materia y vamos a insistir, ya que no tuvimos eco en el Congreso local, vamos a ir a una instancia nacional”, advirtió
Acompañado por los senadores de Morena, Claudia Balderas y el líder nacional de Movimiento Ciudadano, el senador Dante Delgado, Monreal insistió que las acusaciones en contra de Del Río Virgen son endebles.
“No hay más pruebas. Ósea hacen un análisis que porque él (Del Río Virgen) estuvo en la sustitución cubriendo un mandato de su partido ese es el motivo suficiente para ver planeado un asesinato, es absurdo, pero bueno, en su momento tendrá que deliberarse. Son testigos de oídas, ósea no hay nada que lo involucre en estas circunstancias”, precisó.
Monreal hizo votos porque el Poder Judicial de Veracruz aproveche de “sacudirse” y de actuar con dignidad y decoro en la impartición de justicia.
“Ya es hora de que se dignifique el Poder Judicial en Veracruz y hacemos votos porque comience esa etapa en el estado”, indicó.
Antes, el senador Monreal dejó en claro que su deber moral era acudir con la gente del estado que sufre de pobreza y que tiene a familiares detenidos injustamente, tal y como ocurrió con Del Río Virgen.
