A pocas horas de la conmemoración 490 de la fiesta guadalupana, el flujo de feligreses y peregrinos se va incrementado poco a poco hacia la Basílica de Guadalupe.
Luego de que el año pasado debido al Covid-19 la conmemoración presencial de la celebración guadalupana se canceló, ahora peregrinos expresaron “alegría por poder visitar nuevamente el templo mariano”.
Lo que a algunos no les agradó mucho es que la visita a la virgen de Guadalupe este año es “exprés, como visita de doctor”. La Jornada pudo comprobar a esta hora el ingreso a “saludar” a la guadalupana se hace en poco menos de 10 minutos de reja de entrada a la reja de salida a un paso constante.
Aunque personal del templo y de apoyo del operativo Basílica, así como elementos policíacos e incluso de la Guardia Nacional, insisten en el “uso correcto del cubrebocas” y sana distancia, la segunda instrucción es mucho más difícil de cumplir que la primera, pues al pasar por las bandas que se encuentran dentro del recinto se producen ciertas aglomeraciones, especialmente porque algunos peregrinos toman videos y selfies. Lo que hace más lento el flujo de personas.
Por la calzada peatonal que lleva al templo mariano, la venta de múltiples artículos religiosos entre las imágenes de la virgen, playeras y cubrebocas con la imagen de la guadalupana, escapularios, rosarios, cuadros, veladoras, estandartes es lo más ofrecido pero también hay venta de antojitos, cigarros, agua, refresco.
También hay módulos para “apoyar a AMLO” con unas firmas para la revocación de mandato, algunos peregrinos acceden a dejar su rúbrica a favor de dicha consulta.
Como cada año algunos peregrinos, muy pocos hasta ahora, llegan de rodillas porque “así se lo prometí a la virgen porque sanó a mi familia del Covid”.
Otro feligrés optó por colgarse en la espalda y pecho ocho nopales con su espinas, las cuales ya generaban lesiones en su cuerpo.
Una y otra vez, integrantes del operativo Basílica mediante altavoces sugieren usar el cubrebocas en todo momento.
Previo al ingresar a las rejas de la Basílica, dos personas rocían sanitizantes a quienes ingresan al lugar y otros proporcionan gel antibacterial. Pero no había alguien que midiera la temperatura en ese momento.
Aunque no estaba permitido pernoctar ni permanecer en el atrio y calles cercanas al santuario, algunos que aparentemente vienen de lejos, se recuestan en el camellón de tierra sobre Misterios.
Algunos sí portan grandes mochilas y cobijas, pero solo unos pocos las extienden para descansar.
De acuerdo a algunos comerciantes, las ventas están “flojitas” y refieren que ayer hubo mayor demanda, confían en que a medida de que arriben más peregrinos entre hoy y mañana la situación mejorará.
Todos los espacios de las bancas al interior del templo están vallados para que nadie se siente. Y quienes custodian el flujo insisten en que no hay que detenerse y seguir avanzando.
Previo a entrar al templo y pasar a la guadalupana hay grandes carteles en que insisten “respeta la sana distancia”, lo cual no se hace, y “uso de cubrebocas obligatoria”, lo que sí se asume.
Aunque se sugirió que no entraran niños ni personas adultas mayores, dicha recomendación ha sido ignorada, incluso algunos, pocos, llevan bebés.
Continúa operativo de la Guardia Nacional
La Guardia Nacional (GN), en coordinación con autoridades de la Ciudad de México, continúa con el operativo para garantizar la seguridad de los peregrinos que asisten a la Basílica de Guadalupe.
Desde las 22:00 horas del viernes la corporación puso en marcha el operativo que concluirá la medianoche de este domingo, y que se realiza en inmediaciones de la Basílica de Guadalupe y en la Plaza Mariana.
Como parte del esquema de seguridad para los visitantes, los guardias apoyan sus tareas con binomios caninos especializados en la detección de armas de fuego, artefactos explosivos y sustancias ilícitas.
La corporación dio a conocer que estableció “puestos de atención prehospitalaria provistos de ambulancias, mismos que serán atendidos por personal médico de la Guardia Nacional” para atender a los peregrinos que sí lo requieran.
En coordinación con las autoridades capitalinas “operan brigadas instaladas en módulos para resguardo y atención de personas extraviadas”.
Los elementos están desplegados dentro del edificio principal, en los distintos flancos del atrio, explanada del estacionamiento, así como en los accesos y salidas de la Plaza Mariana, señaló la Guardia Nacional.