El primer ministro británico, Boris Johnson, dio a conocer a su gabinete de Gobierno que los primeros indicios apuntan a que la variante Ómicron del coronavirus es “más transmisible” que la Delta.
Un portavoz de Downing Street, su despacho oficial, recalcó al mismo tiempo que es “demasiado pronto” para sacar conclusiones definitivas sobre la peligrosidad de la variante, en particular sobre la severidad de la enfermedad que provoca y su capacidad para evadir las defensas del sistema inmunitario.
Johnson recalcó, en declaraciones a los medios, que las dosis de refuerzo de la vacuna contra Covid-19 son la principal línea de defensa para evitar una nueva oleada de la pandemia.
El Ejecutivo anunció la semana pasada que habrá ofrecido una tercera dosis a todos los adultos del Reino Unido a finales de enero, aunque en los últimos días han surgido críticas sobre la velocidad con la que se está desplegando ese plan.
“Nuestro programa de dosis de refuerzo es el más rápido de Europa. Hemos dado más dosis que cualquier otro país comparable. Eso no significa que no podamos hacerlo más deprisa, pero vamos por delante de nuestro propio calendario”, defendió el primer ministro.
El Reino Unido ha inoculado ya más de 20 millones de dosis de refuerzo, lo que incluye a las tres cuartas partes de los mayores de 65 años.
Por su parte, el epidemiólogo Tim Spector afirmó a la BBC que las infecciones de la variante Ómicron parecen doblarse cada día en el Reino Unido y consideró que las nuevas restricciones a los viajes internacionales tienen “muy poco sentido” para tratar de frenar su expansión.