La pandemia de Covid-19 agudizó las causas estructurales que alientan la migración en América Latina que es la región del mundo con mayores niveles de desigualdad, marginación y violencia, alentando mayores flujos migratorios, alertó el representante en México del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU-DH), Guillermo Fernández Maldonado. Subrayó que este entorno ha generado mayores riesgos para los migrantes por el contexto sanitario en el mundo.
A su vez, el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur), Giovani Lepri alertó sobre la necesidad de garantizar a los migrantes el respeto a sus derechos, entre ellos, el acceso a la salud , por tanto, a las vacunas y medidas de protección sanitaria tanto en sus trayectos como en estaciones migratorias. De igual forma, demandó que se generen condiciones para inhibir prácticas de xenofobia contra la población migrante.
En el marco del séptimo foro regional sobre población migrante organizado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la relatora especial de Movilidad Humana de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Julissa Mantilla destacó que como parte de la construcción de un sistema regional de protección de derechos humanos, la adhesión de todos los países a la Convención de Derechos Humanos, los obliga a no realizar expulsiones masivas de personas en busca de protección.
Durante su intervención Fernández dijo que la pandemia incrementó las condiciones de vulnerabilidad para grupos sociales que ya enfrentaban riesgos y se encontraban en una situación susceptible para migrar. En paralelo, la situación de salud en la región ha profundizado las prácticas xenofóbicas en los países de tránsito que identifican a los migrantes como un factor de riesgo, en tanto que éstos suelen esconder su situación de salud por temor a ser deportados.
Subrayó que América Latina es también una de las regiones donde la infraestructura de salud no tiene la capacidad para atender una emergencia sanitaria como la generada por el Covid-19 y eso impacta también en complicaciones para que las personas en condición de movilidad tengan asegurado su derecho de acceso a la salud.
Lepri se refirió también a uno de los factores que en todo el mundo provoca mayores flujos migratorios: la violencia. Esta es causa de la migración de 84 millones de personas desplazadas.
Si bien reconoció que México es uno de los pocos países en los que las medidas de protección sanitaria frente al Covid-19 no provocaron el cierre de sus fronteras. Sin embargo, enfatizó en que se debe contar con mayor coordinación entre las instituciones mexicanas, la sociedad civil y organismos internacionales para ofrecer mayores alternativas migratorias, pues debe entenderse que el derecho de los países a instrumentar acciones de protección sanitaria no es excluyente para garantizar el acceso a la salud de los migrantes.