Reportan desaparición de ambientalista en Oaxaca

Irma Galindo Barrios, defensora ambiental, desapareció desde el pasado 27 de octubre, y fue vista por última vez en la localidad de Mier y Terán, del municipio de San Esteban Atatlahuca, de donde es originaria, informó la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM).

La indígena mixteca, señalaron, había recibido amenazas desde hace tres años, mismas que fueron minimizadas por el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación.

La activista ha dedicado los últimos años a defender los bosques del municipio de San Sebastián Atatlahuca, ubicado en la región de la Mixteca, donde denunció la existencia de aserraderos clandestinos, lo cual derivó en una serie de intimidaciones y acoso por parte de los gobernantes municipales y comunales, quienes solapan el aprovechamiento maderero, sin que exista permiso de las autoridades ambientales.

En 2019, Galindo Barrios presentó una denuncia contra del entonces presidente municipal Heriberto Nicanor Álvaro Galindo y del comisario Crescenciano Sandoval Quiroz, por hostigamiento y persecución. En noviembre de ese mismo año su vivienda fue incendiada, sin embargo las investigaciones no han avanzado.

La situación en Atatlahuca es complicada, asegura el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (Cedhapi), pues el 21, 22 y 23 de octubre hubo un ataque armado en contra de las comunidades de Mier y Terán, Guerrero Grande y Ndoyonoyuji, pertenecientes a San Sebastián, el resultado fue de una persona asesinada y cuatro desaparecidas.

La agresión, según habitantes de estas localidades, fue por el conflicto que sostienen con la cabecera municipal por el aprovechamiento de los bosques, esto motivó a que Irma Galindo Barrios, indígena mixteca, acudiera a Palacio Nacional en la Ciudad de México, el 25 de octubre a solicitar audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, para exponer la situación de esta localidad. Sin embargo, no fue atendida.

La activista fue vista por última vez en la comunidad de Mier y Terán, en San Sebastián; vestía pantalón de mezclilla, blusa típica de manta con bordado de grecas y color rojo, además llevaba una chamarra de gabardina negro y botines.

Ante esto, integrantes de la Cedhapi acusan que luego de que el mecanismo catalogó las amenazas como de bajo riesgo, la defensora del bosque decidió implementar un protocolo de protección propio, en el que se resguardaba de manera aleatoria con familiares y amigos.

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, a pesar de que la Red Nacional de Defensoras precisa que su desaparición fue el 27 de octubre, el reporte fue interpuesto el pasado 9 de noviembre, fecha en el que se emitió la alerta rosa.