Hay cantantes que reniegan de su repertorio, que se quejan por tener que cantar de nuevo una canción u otra. “Yo las canto todas las noches como si fuera la primera vez”, cuenta Gilberto Santa Rosa en entrevista para El Sol de México.
“Tengo la ventaja de haber escogido todas las canciones que he grabado, así que todas me gustan, en especial hay dos temas a los que les tengo mucho cariño. El primero es “Conciencia”, de Omar Alfanno, y el otro “Perdóname”, de Jorge Luis Piloto porque cambiaron mi carrera, les tengo mucho cariño y me gusta mucho ver cómo la gente interactúa con ellas”.
Para él, ser intérprete no es cualquier cosa. “No soy compositor, pero el trabajo que nunca he cedido, es escoger mis canciones y participar del concepto; no hago los arreglos, pero tengo una serie de arreglistas que son los de cabecera y son quienes me entienden bien, con los cuales converso mucho y no hay ningún arreglo que llegue al estudio sin que lo hayamos revisado… Debe haber una comunión entre música, arreglista e intérprete, por eso no hay música que yo grabe, en la que no haya estado presente en el proceso creativo”.
“Las escojo de la manera más simple, recibo muchas canciones, y espero el momento más complicado del tránsito, aquí en Puerto Rico, la hora pico, para subirme al carro, y allí las escucho, mientras todos están en el estrés. Las oigo una vez, porque las canciones buenas, con una vez te atrapan. Si tienes que escuchar una canción más de una vez, esa no es la indicada, para mí es así de simple, y entre más simple mejor. Ahora algunos compositores se esmeran mucho y hacen maquetas, pero eso limita un poco al arreglista o al intérprete en general. Mientras más simple la entreguen, es mejor, sólo con una guitarra, me gusta que la canción esté clara. El sistema es simple, pero no es simple llegar a la canción correcta”, comenta con una sonrisa.
Santa Rosa comenzó su carrera a finales de los setenta, pero fue a mediados de los ochenta que despegó su éxito formando su propia banda y firmando con Combo Records, sello independiente del Gran Combo de Puerto Rico, hasta 1990, cuando firmó con CBS, ahora Sony Records. Para 1995 su éxito era tanto que se presentó en el Carnegie Hall, convirtiéndose en el primer cantante de salsa puertorriqueño en hacerlo.
Ahora, 44 años después, y luego de siete Grammys, Gilberto Santa Rosa recibirá el Premio a la Excelencia Musical en la XXII entrega del Latin Grammy. Para el puertorriqueño, este premio es distinto porque quienes lo reciben son músicos consagrados.
“Son de grandes ligas, y me siento muy honrado de estar allí… Me impactó la noticia de ser escogido, pero me impactó más ver la lista de artistas”, dice.
Joaquín Sabina, Fito Paez, Sheila E. & Pete Escovedo, Martinho da Vila, Milly Quezada y Emmanuel son los otros galardonados con este premio que se entregará el 17 de noviembre en el Four Seasons Hotel de Las Vegas.
Gilberto es un artista consagrado con más de 29 discos grabados, muchas presentaciones por año en distintos países, y posee el récord de más álbumes, 12, en el número uno de la lista de música tropical de Billboard.
Además de numerosos reconocimientos durante su carrera, también ha hecho distintas colaboraciones, tanto con leyendas de la salsa como con artistas nuevos. Desde Tito Rodríguez, Eddie Palmieri, Johnny Pacheco, Cheo Feliciano, Victor Manuelle, La Sonora Santanera, Los Ángeles Azules, e incluso con Yandel, con quien en 2014 grabó el tema “en la oscuridad”.