Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, recalcó su confianza a la Fiscalía General de la República (FGR) y a su titular, Alejandro Gertz Manero, luego de que un juez dictara prisión preventiva contra el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, acusado de recibir sobornos de la empresa Odebrecht.
El mandatario mexicano apuntó que tanto la FGR como Gertz Manero no van a permitir la simulación y dejó en claro que se debe castigar a los responsables de sobornos, sobre todo en el caso de Odebrecht.
“Sabe que es un momento histórico el que estamos viviendo. Es una gente íntegra y ya mayor, estoy seguro que va a querer terminar el último tramo de su vida que espero sea largo, con dignidad, eso es muy importante” apuntó.
López Obrador volvió a dejar en claro que él no da órdenes a Gertz Mnaero sobre cómo tratar asuntos judiciales.
Yo no doy instrucciones en ese sentido, además la Fiscalía es autónoma, estoy hablando de la integridad del fiscal, imagínense yo recomendándole algo al fiscal; primero nunca lo he hecho, ni con los periodistas que más me atacan”, argumentó.
Un juez mexicano impuso el miércoles, a petición de la FGR, prisión preventiva a Lozoya Austin, tras más de un año afrontando el proceso judicial en libertad.
El Consejo de la Judicatura Federal informó a la prensa que la Fiscalía General de la República (FGR) pidió la medida cautelar porque el exdirector de Pemex ya no cumple con el llamado criterio de oportunidad, el cual otorga beneficios procesales a cambio de colaborar con la Justicia.
El exdirector de Pemex se declaró “inocente” y propuso un “acuerdo para reparar el daño”, pero el juez Artemio Zúñiga aceptó la prisión preventiva solicitada por el Ministerio Público ante el riesgo de fuga del acusado.
Lozoya Austin, acusado de recibir más de 10 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de contratos de Pemex, fue capturado el año pasado en España y extraditado a México, donde cerró un acuerdo con la Fiscalía por el cual inculpó a otros políticos a cambio de no pisar la cárcel.
Sin embargo, la Fiscalía dio por roto el acuerdo después de que Lozoya fuera captado comiendo en un lujoso restaurante asiático de la capital, un hecho que provocó enorme indignación en el país e incluso fue condenado por el presidente López Obrador.