Pero Tampoco Amarás
Por Horacio Armando Hernández Orozco
No odiarás (Non odiare), película italiana dirigida por Mauro Mancini, con la actuación de Sara Serraiocco (Marica), Cosimo Fusco (Padre Simone), Alessandro Gassman (Simone Segre), Luka Zunic (Marcello) y Lorenzo Buonora (Paolo) cuyo estreno fue en septiembre de 2021.
Simone Segre presencia un terrible accidente de tráfico y auxilia a la víctima, pero al descubrir un tatuaje nazi en su pecho, tomará una de las decisiones más difíciles de su vida, la cual aflorará el sentido de culpa por la muerte de ese hombre.
El director coescribió el guion con Davide Lisino, y estaba inspirado en un suceso real ocurrido en Alemania en 2010, en el que un cirujano de origen judío se negó a operar a un hombre de mediana edad que llevaba tatuado en el pecho una esvástica nazi; la cinta trata el tema de como existen en la actualidad resabios de odio entre judíos y neonazis.
UNA DURA LECCIÓN
El padre de Simone Segre, quien apenas es un niño, le pide que decida con cuál gatito se quiere quedar; después de que ha decidido, pone los restantes en una bolsa de plástico para que su hijo los arroje al río.
Con esta espeluznante escena se pretende que el espectador advierta que la relación padre-hijo no fue sencilla, y que posiblemente muchas otras vivencias similares curtieron el duro carácter del protagonista, Simone Segre, con un padre castrante y traumatizado por lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial, al ser un superviviente de la Shoá.
Mucho se ha hablado de las atrocidades cometidas en contra de los judíos durante el holocausto, pero poco se ha dicho sobre las consecuencias traumáticas que quedaron en algunos de ellos, siembre se les ha retratado como personas que lo han superado y perdonado, pero la realidad, es que no todos pudieron vencer esas heridas.
Un estudio de psiquiatría realizado por K. Kuch y Cox BJ., en 124 supervivientes judíos del Holocausto que se consideraban libres de trastornos, reveló que el 63% había sido detenida en campos de concentración, y un promedio del 78% de sus familiares en primer grado fueron asesinados en el Holocausto, y que el 46% tenía Trastorno Post Estrés Traumático (TPET), siendo que los supervivientes tatuados de Auschwitz tenían significativamente más síntomas.
UNA DURA ELECCIÓN
Años más tarde, Simone Segre es un hombre maduro y un respetado doctor, que presencia un terrible accidente de tráfico en una desolada carretera, corre a auxiliar a la víctima que tiene una herida profunda en una pierna y le aplica un torniquete, pero descubre un tatuaje nazi en su pecho, así que decide retirárselo por lo que este hombre fallece.
Aquí comienza la trama del odio como eje central de la cinta, pues no se sabe si el protagonista ha sido víctima directa de algún neonazi, sino que todo implica que ese odio es herencia de los traumas de su padre, quien sí fue víctima directa del Holocausto; este dilema interno provoca el romper su juramento hipocrático.
Pero más allá de ese dilema, es claro que hay un rompimiento con la Ley, pues con independencia de que sea doctor, está obligado a prestar auxilio a las víctimas cuando las circunstancias lo permitan, y una vez prestado el auxilio no debe retirarlo.
La omisión de auxilio es la inhibición de socorrer o hacer algo, una falta o un descuido por parte de alguien, de realizar una tarea y que no la realiza en caso de que una persona esté herida, inválida o amenazada de un peligro inminente; más allá de ser un deber ético, es un deber jurídico cuyo incumplimiento es sancionado por la Ley Penal.
Y si alguien ha prestado el auxilio necesario a la víctima, pero conscientemente decide retirarlo será sancionado por el resultado que se dé.
UNA DURA CONSECUENCIA
Simone descubre que Antonio, el hombre al que dejó morir, era padre de una joven de 27 años, de un adolescente de 17 años y de un niño de 9 años, así que, en este camino a la redención intentará enmendar su sensación de culpa, dando empleo como doméstica a la joven de nombre Marica, pero pronto sabrá que el adolescente de nombre Marcello también es un neonazi igual que su fallecido padre.
La sangre y los genes se heredan a los hijos, pero las aficiones y los apegos a las ideologías se transmiten en la educación; y es así como Antonio le transmitió a su hijo Marcello el odio a la raza judía y el culto al nacismo.
La cinta muestra una dualidad en la huella de la enseñanza paternal, primero el resentimiento del padre hacia los nazis transmitido a Simone, y segundo el odio irracional de Antonio trasferido a Marcello, hay un lastre educativo y mental en la personalidad tanto del doctor judío como del joven neonazi, la huella indeleble del terrible adiestramiento de los padres hacia sus hijos.
En este sentido hay una corresponsabilidad de los padres, aunque ya fallecidos, hacia sus hijos, donde el peso histórico del odio tiene graves consecuencias.
UNA DURA RESPONSABILIDAD
Simone trata de responsabilizarse de sus actos, pues la muerte de Antonio es una sensación de culpabilidad que tiene que cargar; el remordimiento por lo sucedido es lo que lleva al médico a ese posterior acercamiento a la familia del fascista.
Esta atmósfera de opresión en un hombre atormentado por la sensación de culpa, es una réplica de la educación que recibió de su progenitor, una herencia a la que siente rechazo y que acaba marcándole de por vida; todo indica que el odia por tradición y no por convicción.
Hay muchas formas de tratar los discursos de odio en la actualidad, y el director Mancini hace una exhortación, un mandamiento que moderniza la lista del Antiguo Testamento y la lleva a la actualidad del prejuicio racial.
Un paralelismo del mandamiento dado por Jesús en el Nuevo Testamento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, pero más cercana a la tradición de la Ley Mosaica: No odiarás.
Es claro que los discursos de odio se cultivan desde la infancia y son complicados de erradicar, pues muchas veces no es el discurso en sí lo que hay que rebatir, sino algo tan profundo e irracional como las lealtades familiares; pero, ¿dejar el odio de lado será en realidad una traición a la familia?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…
