Atacar a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con los argumentos de Andrés Manuel López Obrador refleja un completo desconocimiento de la realidad y un atraso político digno de la Guerra Fría, señaló el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, quien añadió que la polarización alentada desde Palacio Nacional, la división del país entre buenos y malos y el uso de las instituciones contra supuestos adversarios, son signos de un nuevo autoritarismo.
Frente a los embates en contra de la UNAM, Marko Cortés recordó a Manuel Gómez Morín, fundador y ex rector de la UNAM, quien impulsó y logró formalizar entre 1933 y 1934 la autonomía, la libertad de cátedra y la pluralidad de pensamiento como valores esenciales que siguen vigentes e inquebrantables, en la máxima casa de estudios.
Hoy como entonces, comentó el dirigente panista, las palabras del ex rector Gómez Morín tienen plena vigencia: “la Universidad tiene un claro destino social: lograr en cada uno de sus momentos ese fruto complejo y riquísimo en su heterogeneidad, que es la cultura; divulgar lo más ampliamente que sea posible, los frutos culturales alcanzados en la investigación y en el estudio, y dar a la comunidad técnicos bien preparados que se encarguen de sus servicios”.
La UNAM, apuntó Cortés, defiende y expresa la pluralidad de ideas, es ajena al adoctrinamiento político, y su carácter científico tiene reconocimiento mundial.
“La polarización alentada desde Palacio Nacional, la división de país en buenos y malos, el desprecio a los expertos, la invención de un pasado mítico, la utilización de sus legisladores como borregos y lacayos incapaces de mover una coma a las iniciativas del Ejecutivo, el uso de las instituciones contra los supuestos adversarios políticos, son otros tantos síntomas del síndrome autoritario que reina en Palacio Nacional”, expresó.