La educación en México resiente los efectos de la pandemia por Covid-19, pues debido a la situación social y económica que se vive en el país, 5.2 millones de estudiantes de diversos niveles, interrumpieron sus estudios en el presente ciclo escolar 2021-2022.
Ante este escenario, entre enero de 2020 y agosto de 2021, el Fondo de Contingencia Covid, de la Universidad TecMilenio, brindó apoyos financieros por más de 91 millones de pesos a 28 mil 460 “aprendedores”, que pudieron continuar sus estudios.
“Nosotros no queremos que ningún joven se quede sin oportunidad de estudiar y que repercuta en su preparación profesional así como en su futuro y el de su familia. Tenemos la firme convicción de contribuir a que continúen su educación que los lleve a salir de esta crisis y aspirar a un mejor mañana lleno de posibilidades para que el país siga su crecimiento”, manifestó Daniel Ballesteros, vicerrector de la Región Norte de Universidad Tecmilenio y vicerrector de admisiones.
Sostuvo en entrevista con El Sol de México, que cualquier baja en la matrícula de las instituciones educativas, representa un mayor número de estudiantes que en el futuro tendrán menores posibilidades de progresar.
«Y esto se podría traducir en una mayor desigualdad social, por lo que es importante atender el problema y brindarles opciones».
Enfatizó: «Aunque la recuperación económica del país avanza al ritmo que se reactivan las actividades y se tienen más vacunas, todavía se siente el impacto de la crisis sanitaria en diferentes sectores, como el educativo, donde en este nuevo ciclo escolar, muchos jóvenes detuvieron su preparación por muchos motivos».
Manifestó que para facilitar que puedan continuar su educación, entre agosto de 2020 y agosto de 2021, Tecmilenio otorgó poco más de 186 mil becas.
Tras agradecer el apoyo periodístico de OEM, comentó que el país está ávido de conocer noticias agradables como las de brindar apoyo y hacer esfuerzos para salir adelante entre todos.
«Esta situación actual es una gran oportunidad para poder salir adelante. Es una característica de nuestro país que cuando las cosas no van bien, nos unimos para salir adelante».
Sobre las acciones de Tecmilenio dijo que tienen alto contenido social, desde su nacimiento como una iniciativa de “nuestra universidad hermana que es el TEC de Monterrey y nace con un gran fondo social de empresarios. Y no como una escuela privada que tiene dueño”.
Algo muy interesante del TEC y Tecmilenio es que no tienen dueño. “No tenemos que pensar en cómo sacar dinero, ni cómo nos exigen resultados para darles dinero. No. Tenemos como fin real el regresar lo que podamos a nuestra sociedad”.
Buscamos tener los mejores profesores, los mejores talleres o laboratorios para apoyar más a los estudiantes. “Y en estas circunstancias, desde que se inicia la pandemia, abrimos una conversación en la universidad en cómo podríamos tener un Fondo porque lo que se veía venir, no iba a ser fácil”.
El Fondo no es solo para hacer que vengan más alumnos sino para ayudar a todos los alumnos que teníamos y estábamos seguros de que se iban a ver impactados por la pandemia. «Y no nos equivocamos ni tantito».
«Hoy que venimos de una reunión de Consejo estoy muy orgulloso de decirles: Nos gastamos todo el dinero que nos autorizaron. Gracias a que se los regresamos a las familias, a personas que en diferentes grados en las escuelas del país y del mundo entraron en dilemas muy fuertes sobre el costo de la educación y sobre todo, sí es en línea».
Y esto pasó en todas las escuelas en el mundo, donde los padres dicen: “…No puedo pagar los estudios en línea…”
“También debemos de pensar que la educación tiene un costo esté en línea o no. Porque la calidad de la educación sea en línea o presencial es lo que nos mueve. Tenemos que pagar sueldo de los profesores”.
No fue un tema de cómo bajar las colegiaturas sino de cómo apoyar a las familias. “Y decidimos crear ese Fondo que se está acabando y me da tristeza porque me gustaría tener más recursos para apoyar a más familias”, refiere el vicerrector Ballesteros.
“Pero también me da mucho gusto de que hay muchas familias que gracias a eso, sus hijos no pararon sus estudios”, dice con satisfacción.
Si sabemos de alguien que tiene dificultades económicas, vemos la manera de cómo apoyarlo. Es fue lo que nos movió.