El control de los precios al gas licuado de petróleo en el país obligó a los distribuidores a cerrar rutas de reparto, al no serles rentables, acusó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo y Empresas Conexas (Amexgas).
Los distribuidores de gas LP en el país señalaron que los precios máximos fijados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) no reflejan la realidad de los costos de distribución al consumidor final, «situación que ha obligado a los distribuidores a eliminar ciertas rutas de reparto».
Señaló que el cierre de rutas afecta el servicio en determinadas zonas donde se ha tomado esta determinación, así como que ocasiona la pérdida del empleo para algunos mexicanos.
Desde finales de julio pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador arrancó una política para controlar los precios máximos y mínimos del gas que se utiliza en siete de cada 10 hogares mexicanos.
Casi a la par, inició operaciones la empresa filial de Pemex, Gas Bienestar, que reparte el combustible en Iztapalapa desde el primer día de agosto.
El propio presidente informó la semana pasada, desde Palacio Nacional, que está medida se mantendrá y que seguirá aplicándose, pese a que se ha denunciado incremento en los precios de los cilindros que la paraestatal reparte, así como que afecta a los distribuidores, dejándoles márgenes de ganancia nulos.
«Ha funcionado lo del precio máximo y a esto ha ayudado lo del Gas Bienestar, No hemos aumentado (los precios en relación) a como estábamos antes», comentó el mandatario.
De acuerdo con datos de la CRE, entidad que fija los precios, para la semana en curso, el precio promedio del gas licuado se encontró en 25.65, lo que significa un incremento de 12 por ciento en comparación con la primer semana de agosto, cuando el precio promedio se estableció en 22.92 pesos.
Este fue el precio más alto desde que se inició con el esquema de tope de precios en la semana del 1 al 7 de agosto y es la octava vez que el precio máximo del gas ha ido al alza.
Por último, la Amexgas advirtió que las desapariciones de rutas se mantendrán si se mantiene el mismo control indiscriminado de precios y no se toman en cuenta los costos de distribución que pagan las empresas privadas y que no reporta Pemex.
«De mantenerse el actual control indiscriminado de precios, las zonas de reparto afectadas seguirán incrementándose a nivel nacional, generando desabasto de este vital producto y serias afectaciones a la población consumidora», manifestó.